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27/11/2025 Clarin.com - Nota
Qué pasa en el cuerpo cuando sentimos miedo, enojo o tristeza: la reacción biológica de cada emoción No son solo estados de ánimo: dejan huellas físicas fáciles de reconocer. Entender esas señales ayuda a manejarlas mejor y cuidar la salud. Es importante saber identificar las emociones que sentimos, para dominarlas y cuidar el cuerpo. Foto: IA (ChatGPT) Las emociones no se sienten solo “en la cabeza”: activan circuitos físicos que impactan en el corazón, la respiración, los músculos y la digestión. Reconocer esas reacciones permite entender lo que pasa y gestionarlo mejor. En el ritmo acelerado de todos los días, no siempre es fácil identificar qué sentimos. Las preocupaciones se mezclan, las tensiones se acumulan y el cuerpo queda atrapado en un estado de alerta que no siempre sabemos interpretar . Sin embargo, cada emoción activa un circuito distinto y deja señales muy concretas, aunque a veces no les prestemos atención. Entender qué pasa internamente cuando aparece el miedo, el enojo o la tristeza permite tomar decisiones más claras, bajar un cambio a tiempo y evitar que el cuerpo pague el costo de lo que la mente no está pudiendo procesar. Qué le pasa al cuerpo cuando sentimos miedo El miedo es una alarma inmediata. Apenas aparece, el cuerpo activa un modo de supervivencia para hacernos reaccionar. Aunque no haya un peligro real, la respuesta biológica es la misma que si estuviéramos frente a una amenaza concreta. Entre otras cosas cuando sentimos miedo: El miedo, una de las emociones más comunes que sienten las personas. Cuando el miedo es puntual, el cuerpo vuelve rápido a su estado normal. Pero si la sensación se repite seguido -preocupación constante, tensión diaria, sobresaltos por cualquier cosa- la reacción se vuelve más intensa y cuesta bajar la ansiedad. En esos momentos, mecanismos como la respiración lenta y profunda ayudan a desactivar el estado de alarma y bajar la frecuencia cardíaca. Qué ocurre en el cuerpo cuando aparece el enojo El enojo es una de las emociones más potentes. Mueve mucha energía y, si no se expresa o se canaliza bien, termina descargándose directamente en el cuerpo. Entre los cambios más comunes se destacan: El enojo es una de las sensaciones que más repercuten a nivel corporal. Foto. Freepik Cuando la reacción es moderada, el enojo ayuda a marcar límites y resolver situaciones. Pero cuando estalla, el cuerpo queda tomado por completo: respira rápido, se endurece la postura y aparecen respuestas impulsivas. Una manera concreta de bajar esa intensidad es exhalar más lento de lo que se inhala . Esa diferencia en la respiración manda una señal directa al sistema nervioso de “freno”, lo que ayuda a recuperar el control. Cómo se expresa la tristeza en el cuerpo La tristeza funciona como una señal interna de que algo duele, preocupa o agotó nuestros recursos. Aunque suele vincularse solo con lo emocional, su impacto físico es mucho más grande de lo que parece. Algunas de las señales frecuentes son: Cuando la tristeza se prolonga, el cuerpo empieza a liberar más hormonas del estrés y bajan las defensas . Por eso aparecen resfríos más seguidos, contracturas o dolor de estómago sin causa aparente. La tristeza, si se sostiene en períodos largos, puede afectar a nivel corporal. Foto: Freepik Mover el cuerpo, ordenar rutinas de sueño y hablar con alguien de confianza ayuda a que la emoción no quede atrapada y empiece a transformarse. Cómo identificar lo que sentimos Aunque cada emoción tiene su propio “mapa corporal” , hay signos que pueden ayudarte a reconocerlas mejor: Registrar esto en el momento -o al menos a lo largo del día- es una forma concreta de volver al eje y entender qué está queriendo decir el cuerpo.
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