|
21/11/2025 BaeNegocios.com - Nota
Robbie Williams teme quedarse ciego por las inyecciones para bajar de peso BAE Negocios El estadio queda a oscuras antes del primer acorde y Robbie Williams calcula la distancia a las primeras filas. No logra distinguir los rostros. Las luces se desdibujan. “Son solo formas” , contó, una sensación que lo acompañó incluso en partidos de fútbol en EEUU, donde tampoco consiguió ver a los jugadores con claridad. Esa secuencia marcó el inicio de una preocupación que hoy lo obliga a advertir a su propio público: teme que las inyecciones para bajar de peso estén afectando su vista. Un síntoma que avanza en plena gira El músico de 51 años señaló que su visión se volvió cada vez más borrosa en los últimos meses, al punto de alterar rutinas de sus shows en vivo. Durante “She’s The One”, el momento íntimo en el que suele cantar frente a una fan, confesó que apenas logra divisar a la persona elegida. “Ellas están viviendo algo increíble y no saben que yo no puedo verlas”, dijo . Williams relató que recién después de consultar a un óptico comprendió la magnitud del problema. Le recetaron nuevos lentes, aunque al principio no relacionó el deterioro visual con las inyecciones. Según explicó, fue “uno de los primeros” en adoptarlas y ahora siente que su vista sigue empeorando. “No creo que sea la edad; creo que son las inyecciones”, afirmó. El cantante decidió hacer pública la situación para alertar sobre eventuales efectos adversos de fármacos como Mounjaro, Ozempic o Wegovy , utilizados para diabetes y control de peso y convertidos en jabs de moda para adelgazar. “Que investiguen bien antes de empezar”, pidió. Sus declaraciones coinciden con un estudio realizado en EEUU que analizó a 17.000 personas durante seis años. El trabajo detectó una probabilidad siete veces mayor de desarrollar una afección poco frecuente del nervio óptico entre quienes usaron semaglutida, principio activo de varias de estas drogas. El propio informe aclaró que no pudo demostrar causalidad y que la cantidad de casos sigue siendo reducida. En el Reino Unido se registraron cientos de reportes de problemas de visión, aunque sin conclusiones definitivas. De la “autoflagelación” al alivio emocional Williams ya había hablado de su relación con el peso y las inyecciones. Recordó que pasó de 88.45 kg a 76.66 kg gracias a los fármacos y que, para él, no se trataba solo de una cuestión estética. “Lo necesito médicamente. Me diagnosticaron ‘autoodio tipo 2’”, dijo en tono irónico, aunque con un trasfondo serio sobre su salud mental. Según relató, su voz interior lo castigaba cuando subía de peso. “Es catastrófico para mi salud mental estar más grande”, sostuvo. Aseguró, además, que las inyecciones lo ayudaron a aliviar una angustia constante. A eso le sumó cambios de rutina: ejercicios diarios, estiramientos y entrenamiento de fuerza. Una mirada que se nubla La escena que lo marcó ocurrió en un partido de fútbol en EEUU. Desde la tribuna, vio a los jugadores como “manchas en el campo”. Una percepción que, con el tiempo, también lo alcanzó en el escenario . “A todos les pasa”, afirmó, al contar que varios conocidos reconocieron síntomas similares cuando él los mencionó. Esa coincidencia lo llevó a compartir su advertencia, aun en medio de dudas científicas y estudios inconclusos. Mientras tanto, Williams continúa su gira y su tratamiento visual. En octubre tuvo que cancelar un show en Estambul por razones de seguridad pública, un episodio ajeno a sus problemas de vista, pero que expuso otro costado de un artista que combina exposición global con fragilidades íntimas. La última imagen es la del cantante sobre el escenario, rodeado de luces que estallan, frente a un público que lo mira fijo. Él, en cambio, los distingue apenas como siluetas.
Acceda a la nota web del medio ![]() |
||



