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21/11/2025 Ambito.com - Home
El ajuste silencioso de Granja Tres Arroyos sacude al negocio aviar Yanina Otero Lejos de limitarse a un conflicto salarial , Granja Tres Arroyos, la principal avícola del país, atraviesa un proceso mucho más profundo: está rediseñando su estructura operativa , cerrando unidades menos eficientes, compactando personal y trasladando equipos a sus plantas más competitivas. Ese reordenamiento, que la empresa no comunicó formalmente, se hace visible en la última semana a través de tres hechos simultáneos: atrasos salariales inéditos , un cierre operativo confirmado en Entre Ríos y los rumores de una operación con Tyson Foods , su socio estadounidense. La compañía, que emplea a 7.000 trabajadores y llegó a faenar 700.000 pollos diarios , opera ocho plantas industriales entre Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Uruguay. Pero ese mapa, que durante años cimentó su crecimiento, ya no luce igual: por primera vez en dos décadas, Tres Arroyos está achicando su huella productiva . El cierre de Súper, el traslado a La China y un mensaje interno claro El movimiento más concreto fue el cierre del frigorífico Súper , en Concepción del Uruguay. Allí, el personal será trasladado a la planta principal de La China , el establecimiento de mayor capacidad en la región. En la empresa no lo dicen públicamente, pero en el sector lo leen como un mensaje inequívoco: centralización, eficiencia y fin de estructuras dispersas . El traslado coincidió con el punto más crítico del conflicto salarial: trabajadores de La China denunciaron que las quincenas llegaron hasta en cinco cuotas , y algunos cobraron solo el 20% de lo correspondiente en octubre. Desde el gremio de la alimentación confirmaron que la compañía prometió completar el total y reconocieron que la situación “tensiona la normalidad del esquema laboral”. Una reestructuración silenciosa: menos plantas, menos exportación y más presión financiera Aunque en planta explican que el problema “es coyuntural”, el patrón de pagos en cuotas se repite también en Brandsen , donde la empresa desactivó a último momento un paro de 48 horas, y en Ezeiza , donde los gremios sostienen asambleas intermitentes por demoras en la acreditación. El ajuste operativo no se explica solo por el atraso salarial. En simultáneo, Tres Arroyos arrastra el golpe del cierre del mercado chino por la gripe aviar en 2023, que redujo su volumen exportador del 33% al 25% y dejó pérdidas sectoriales por u$s160 millones . Para una empresa con facturación anual de u$s1.300 millones y envíos a 67 destinos, el impacto fue grande y todavía no pudo hacer pie. Además, la compañía ejecutó en el último año una reducción de más de 80 puestos de trabajo , principalmente en Entre Ríos, y reconoció dificultades para pagar el medio aguinaldo de julio. Todo esto ocurre con un dato llamativo: el consumo interno de pollo está en su nivel más alto de la década, un contraste que muestra que el problema ya no es de mercado sino de estructura y financiamiento . En este contexto, la industria avícola describe la situación de Tres Arroyos como una “ reestructuración en tiempo real ”, no declarada pero evidente: compactación de plantas, traslado de personal, reducción de exportaciones y cronogramas de pago que se estiran mes a mes. Tyson Foods: ruido creciente y una posible explicación del ajuste Entre los empresarios del sector también crece otra lectura: que el reordenamiento interno podría vincularse con un movimiento estratégico de Tyson Foods , que en 2022 compró el 34% de Tres Arroyos. Desde ese momento, el grupo estadounidense buscó influir en los procesos industriales y en la estandarización del modelo de negocio, algo que requería un mapa más compacto. En gente de negocios de Entre Ríos y fuentes sindicales circula una hipótesis que, aunque no está confirmada, gana fuerza: Tyson podría estar interesado en elevar su participación , y la empresa estaría ordenando su estructura para facilitar esa operación. Los recientes atrasos salariales, para algunos actores del sistema avícola, funcionarían como un mecanismo para acelerar retiros voluntarios y ajustar la dotación antes de una eventual compra. La compañía no comunicó públicamente ningún cambio accionario. Pero en el sector coinciden en que los movimientos de estas semanas, cierres, traslados, sueldos fragmentados, son incompatibles con un funcionamiento tradicional de la mayor avícola del país. Hoy, Tres Arroyos no solo enfrenta un conflicto laboral agudo: está redefiniendo su propia escala , con una hoja de ruta que mezcla presión financiera, caída exportadora, ajustes internos y el ruido cada vez más presente de su socio internacional. Lo cierto es que no solo está en juego un mes de sueldos, sino el modelo industrial que dominó la avicultura argentina durante los últimos 20 años . Imagen: ambito.com - ambito_negocios
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