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20/11/2025 BaeNegocios.com - Nota
Apps de IA permiten dialogar con parientes fallecidos: ¿Cómo funcionan? BAE Negocios En pleno avance de la inteligencia artificial, una nueva tendencia tecnológica se instala entre usuarios que buscan otra manera de atravesar el duelo: las aplicaciones que permiten conversar con versiones digitales de parientes fallecidos. La propuesta, que mezcla algoritmos de última generación con necesidades emocionales profundas, ya se abre paso como parte de un mercado en expansión. Plataformas como Replika, HereAfter, StoryFile, Seance AI y Eternos.Life se consolidan como pioneras de un sistema que promete acompañamiento emocional mediante avatares capaces de imitar voz, gestos y estilo de conversación. Estas herramientas se apoyan en técnicas avanzadas de IA generativa que procesan grabaciones, fotos, mensajes de voz, publicaciones y correos electrónicos para construir un perfil digital del fallecido. En servicios como HereAfter, el usuario participa en vida en una entrevista guiada por IA. Durante ese proceso comparte recuerdos, anécdotas y detalles íntimos que sirven para crear un retrato más cercano a su personalidad. Con ese material, la plataforma genera un modelo capaz de reproducir tonos, expresiones y modos de responder que evocan al ser querido. Las empresas detrás de estas tecnologías explican que su objetivo apunta a ofrecer un acompañamiento digital que suavice la transición emocional de quienes enfrentan una pérdida. Varios usuarios aseguran que encuentran consuelo cuando vuelven a escuchar frases familiares o interactúan con respuestas que recuerdan a la persona fallecida. Cuáles son los potenciales riesgos Sin embargo, los especialistas en salud mental advierten que esta práctica también puede generar riesgos. Señalan que el contacto permanente con un avatar puede complicar la aceptación de la muerte y fomentar una dependencia emocional difícil de revertir. A ese riesgo se suma la posibilidad de una “segunda pérdida”: si la plataforma deja de funcionar, cierra o sufre una falla, el usuario puede experimentar un nuevo golpe emocional al perder el acceso al avatar. Los psicólogos también remarcan un punto central: estas reconstrucciones no son la persona fallecida. Son interpretaciones creadas por algoritmos que pueden ofrecer respuestas inexactas o incluso inventar contenido que nunca existió. Esto genera dudas sobre la autenticidad y abre interrogantes éticos cada vez más presentes. El plano legal también muestra zonas grises. En muchos países, los herederos administran los datos personales de un fallecido y pueden solicitar su eliminación. Sin regulaciones específicas, las plataformas operan con vacíos que podrían dejar a las familias sin control sobre la identidad digital de sus parientes. Empresas como Life’s Echo aseguran que aplican sistemas de cifrado para proteger la información y restringir el acceso solo a usuarios autorizados. Aun así, los especialistas remarcan que la seguridad no depende únicamente de la tecnología: requieren un marco jurídico capaz de evitar manipulaciones o usos indebidos de datos sensibles. Pese a las advertencias, el interés por estas aplicaciones sigue en aumento. Para muchos usuarios, la posibilidad de escuchar otra vez una voz querida —aunque esté generada por una máquina— abre una nueva dimensión en la relación entre tecnología, memoria y emociones humanas. Una dimensión que, según los expertos, necesita empatía, límites y controles estrictos para cuidar a quienes recurren a ella en uno de los momentos más frágiles de la vida.
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