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14/11/2025 Clarin.com - Nota
Escapó de un matrimonio infantil y años después se convirtió en una fisicoculturista estrella Huyó de su país a los 14 años y se rehizo en Noruega. Perdió contacto con su familia, que dejó de apoyarla cuando se dedicó a la actividad física. Roya Karimi, la mujer que se rehizo a partir del fisicoculturismo. Nacida en Afganistán , víctima de un matrimonio infantil y madre a los 15 años, Roya Karimi pasó gran parte de su adolescencia atrapada entre normas estrictas y prohibiciones que limitaban incluso su derecho a estudiar o entrenar. Hoy, a los 30, es una de las fisicoculturistas más destacadas de Europa y está a punto de competir en los Campeonatos Mundiales de Culturismo. Su recorrido no es solo un relato personal, sino una denuncia sobre la situación de las mujeres afganas desde el regreso de los talibanes al poder en 2021. “Escapé, pero muchas mujeres aún no tienen derechos básicos” , afirma Roya al servicio afgano de la BBC. Roya huyó de Afganistán hace 14 años junto a su madre y su hijo pequeño. Solicitó asilo en Noruega y allí comenzó una vida nueva, aunque la sombra de su país natal sigue marcando cada uno de sus logros. “Hubo una época en Afganistán en la que ni siquiera podía hacer ejercicio. Tuve la suerte de escapar de esa situación, pero muchas mujeres aún no gozan de derechos humanos básicos, como la educación”. Roya recuerda que las niñas afganas tienen prohibido ir a la escuela después de los 12 años y que no pueden salir de su casa sin un acompañante masculino. “La voz de una niña afgana fue silenciada hasta el extremo. No puede pensar, decidir, enamorarse o simplemente vivir” . La huida y el comienzo de una nueva identidad Mucho antes del retorno talibán , Roya ya sentía que ese mundo no era para ella. Escapar sola, con un hijo y dejando atrás a su esposo, implicaba un riesgo enorme dentro de las normas tradicionales afganas. Pero lo hizo . Roya Karimi competirá en los campeonatos mundiales de fisicoculturismo. Foto: Instagram En Noruega tuvo que empezar desde cero: aprender el idioma, adaptarse a una cultura liberal, conseguir trabajo y sostener a su familia. Estudió enfermería, trabajó en un hospital de Oslo y, poco a poco, reconstruyó su vida. El gimnasio llegó como un punto de inflexión . No era solo ejercicio: era recuperar su cuerpo, su autoestima y su derecho a decidir. Allí comenzó su vínculo con el fisicoculturismo, disciplina que, según cuenta, la ayudó a desarmar “las barreras y marcos impuestos en nombre de la tradición o la religión”. Una carrera que rompe tabúes Roya profundizó su formación en nutrición y asesoría de salud y terminó obteniendo un título en preparación física. Junto a su segundo esposo, Kamal Jalaluddin —también afgano y fisicoculturista—, se convirtió en parte de la primera pareja fisicoculturista de Afganistán . Hace un año dejó definitivamente la enfermería para dedicarse al fisicoculturismo profesional . Su carrera explotó cuando ganó el oro en la categoría Wellness del Abierto de Stoperiet, en Noruega. A diferencia de las categorías centradas en la gran masa muscular, esta evalúa equilibrio, piel sana y apariencia física natural. Roya Karimi dejó la enfermería para dedicarse al fisicoculturismo profesional. Foto: Instagram Tras ese triunfo ganó el Clásico de Noruega 2025, uno de los eventos más importantes del norte europeo, y consiguió un lugar en los Campeonatos Europeos. Ese salto le abrió la puerta a los Campeonatos Mundiales , que comienzan el 27 de noviembre. La importancia de su esposo “Si un hombre apoya a una mujer, pueden pasar cosas increíbles”, reconoce Roya. Kamal es uno de sus pilares. “Verla en el escenario fue un sueño que construimos juntos”, dice él. Ella lo refuerza: “Su apoyo me dio la confianza de seguir un camino competitivo que rompe tabúes”. No todo es respaldo. Su familia en Afganistán dejó de apoyarla . En redes sociales recibe insultos, críticas y amenazas, sin embargo no retrocede. Roya y su esposo son la primera pareja de fisicoculturistas de Afganistán. Foto: Instagram “La gente solo ve mi apariencia y mi bikini”, afirma. “Pero detrás hay años de sufrimiento, esfuerzo y perseverancia. Nada de esto fue fácil”. Inspiración para las mujeres afganas Además de competir, Roya usa sus redes para hablar con mujeres afganas dentro y fuera del país. Les transmite mensajes sobre salud física, autoestima e identidad. Para ella, cada mujer que logra un avance personal está contribuyendo a redefinir el rol femenino en una sociedad atravesada por prohibiciones. “Espero que llegue el día en que las mujeres afganas puedan vivir sin miedo, ser ellas mismas y perseguir sus sueños” , dice. Mientras tanto, Roya sigue entrenando para representar a su nueva patria y, en sus palabras, “a todas las mujeres que nunca pudieron subir a un escenario, estudiar o simplemente elegir su vida”.
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