|
06/11/2025 Clarin.com - Nota
Lonnie David Franklin Jr., el asesino durmiente En los años ochenta comenzó su serie de asesinatos. ¿A qué se debe su sobrenombre de "asesino durmiente"? Lonnie David Franklin Jr., apodado "el asesino durmiente". Durante más de dos décadas, el oeste de Los Ángeles vivió bajo la sombra de un asesino que parecía desaparecer entre los años, para luego regresar con la misma violencia. Lonnie David Franklin Jr. , conocido por la prensa como el “Grim Sleeper” o “asesino durmiente”, aterrorizó a la comunidad con su patrón de crímenes y su capacidad de pasar desapercibido. Su historia combina horror, engaño y la búsqueda incansable de justicia . Los inicios de un asesino Lonnie Franklin nació el 30 de agosto de 1952 en Los Ángeles, California. Su infancia estuvo marcada por un entorno familiar inestable y problemas con la ley desde joven, incluyendo robos y violencia. Lonnie David Franklin Jr. nació en Los Angeles y tuvo problemas con la ley desde joven. Con el tiempo, Franklin trabajó como mecánico, oficio que le permitió moverse por distintos barrios sin levantar sospechas, mientras desarrollaba un perfil aparentemente normal que ocultaba su lado más oscuro. En los años ochenta comenzó su serie de asesinatos , dirigida principalmente a mujeres afroamericanas y latinas que vivían en zonas marginales y trabajaban en empleos informales. Franklin se ganaba su confianza con promesas de ayuda económica, transporte o vivienda. Sus víctimas, en su mayoría vulnerables y con escasos recursos, eran seducidas o engañadas para seguirlo hasta lugares aislados, donde las asesinaba con extrema violencia. El sobrenombre de “asesino durmiente” se debe a la aparente pausa entre los crímenes. Después de una serie de asesinatos en la década de 1980, Franklin dejó de matar durante aproximadamente catorce años, hasta que reanudó su actividad en los años 2000. Este intervalo confundió a la policía y a la comunidad, que pensó que el asesino había desaparecido o había muerto. La investigación que lo atrapó Durante décadas, los detectives trabajaron con poca evidencia. Las víctimas, muchas de ellas sin familiares cercanos, eran encontradas en condiciones que dificultaban la identificación de su asesino. Sin embargo, en 2010, la investigación dio un giro decisivo gracias al uso de pruebas de ADN y genealogía genética . La policía comparó muestras de semen halladas en las escenas de los crímenes con bases de datos, identificando a Franklin como el principal sospechoso. Su propio hijo proporcionó pistas al identificar coincidencias genéticas, lo que finalmente permitió vincularlo a varios asesinatos. La detención de Franklin conmocionó a Los Ángeles. Un hombre que había pasado décadas trabajando en talleres mecánicos y moviéndose entre vecinos y clientes de manera casi invisible resultó ser responsable de crímenes horrendos. La comunidad, que recordaba las desapariciones de jóvenes mujeres y adolescentes, encontró finalmente respuestas que se habían negado durante años. Juicio y condena El juicio de Lonnie Franklin comenzó en 2016 y se convirtió en uno de los casos más mediáticos de la ciudad . Los fiscales presentaron evidencia irrefutable: perfiles de ADN, testimonios de sobrevivientes, declaraciones de familiares y coincidencias en los patrones de los crímenes. Franklin fue declarado culpable de diez asesinatos y un intento de asesinato, aunque se le atribuyen otros crímenes que nunca pudieron confirmarse. El tribunal lo sentenció a pena de muerte, una condena que refleja tanto la gravedad de sus crímenes como el impacto que tuvieron en la comunidad. Durante el proceso, las familias de las víctimas tuvieron la oportunidad de expresar su dolor y buscar justicia, cerrando un ciclo de miedo e incertidumbre que había durado décadas
Acceda a la nota web del medio ![]() |
||



