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04/11/2025 Clarin.com - Nota

The Look: en su nuevo libro, Michelle Obama revela los restrictivos estándares de belleza que tuvo que enfrentar como primera dama

Cuando Barack Obama asumió la presidencia en 2009, las críticas sobre la apariencia de su esposa no se hicieron esperar.

Michelle Obama sacó un libro sobre cómo son los estándares de belleza como Primera Dama. Foto: AP Photo/Jacquelyn Martin, File.
La apariencia de una primera dama de Estados Unidos siempre estuvo bajo la mirada de todos, pero para Michelle Obama , la primera mujer afroamericana en ocupar ese rol, el escrutinio alcanzó niveles inéditos, especialmente en torno a su cabello. En su nuevo libro de fotos, “ The Look ”, lanzado esta semana, la exprimera dama profundiza en las complejidades de vestirse y peinarse durante sus ocho años en el epicentro de la política estadounidense.
Las críticas hacia su apariencia
Cuando Barack Obama asumió la presidencia en 2009, las críticas a su esposa no se hicieron esperar. Según informó The New York Times , Michele Obama recibía críticas porque sus vestidos sin mangas acentuaban sus brazos, y algunos los tildaban de "masculinos", mientras que su gusto por los cárdigan la hacía lucir "rara" o demasiado informal. Sin embargo, pronto quedó claro que ningún aspecto de su imagen se politizaría tanto como su cabello , cuya textura ondulada y rizada era radicalmente distinta a la de sus 54 predecesoras.
La elección de Michelle fue mantenerlo lacio durante toda su permanencia en la Casa Blanca . "Sabía que no podía darles nada más hasta que el país me conociera", explica en una entrevista reciente según The New York Times . La estrategia era evitar distracciones y centrar la atención en su trabajo. "Otros intentaban escribir nuestra historia antes de que pudiéramos escribirla nosotros mismos. Así que decidí no crear otra distracción; enfocar a este país en entenderme como Primera Dama a través de mi trabajo y mis acciones".
Durante el primer mandato de su esposo, se concentró en proyectar una imagen "accesible y femenina", evitando que la ropa fuese más notoria que las causas que promovía: educación, familias militares y salud infantil. Recién en el segundo período exploró más la moda, pero su peinado se mantuvo casi intacto.
El capítulo sobre su cabello
En un capítulo dedicado a su cabello, relata su recorrido desde el primer alisado químico a los 10 años hasta su decisión de dejar de hacerlo en la Casa Blanca, usando el pelo prensado o recogido. Confiesa que, con el apoyo de su estilista, Johnny Wright, comenzó a usar su cabello natural debajo de pelucas y extensiones, una táctica para protegerlo del constante uso de calor.
Durante todo el mandato de Obama, Michelle decidió utilizar el cabello alisado por las críticas. Foto de archivo.
Según The New York Times , la elección de no mostrar su cabello natural durante esos años fue una declaración: una muestra de cómo se esperaba que una mujer negra "respetable" se presentara en un entorno como la abogacía corporativa y la Casa Blanca.
"No sentíamos que teníamos la libertad de presentarnos en el mundo como nuestro yo completo", afirma. Pese a que el movimiento del cabello natural cobró fuerza durante esos años, ella considera una "fantasía" creer que tuvo la libertad de hacer las cosas de otra manera.
La libertad de las trenzas
Hoy, las restricciones de peinado quedaron atrás. En apariciones recientes, incluso en la presentación de su retrato oficial en 2022, Michelle Obama luce trenzas largas y voluminosas , estilizadas en moños o rizos sueltos. El cambio coincide con un estilo más audaz en su vestuario.
Según The New York Times , su impulso de usar trenzas, como hizo durante la campaña de Kamala Harris en 2024, surge de la misma necesidad de utilizar su plataforma para comunicar un mensaje. Para ella, las trenzas son más fáciles y le dan libertad.
Michelle Obama ahora utiliza su cabello de forma más libre. Foto: REUTERS/Alyssa Pointer.
A pesar de abrazar su cabello natural en público, es consciente de que la discriminación sobre el cabello persiste en escuelas y trabajos, un problema que motivó una de las razones para escribir sobre el tema: aconsejar a las autoridades que la textura o el estilo del cabello no debe ser un factor en las decisiones de contratación.
Su conclusión, a pesar de los sacrificios en el look de Primera Dama, es firme: "Había un trabajo más grande por hacer".


#38341956   Modificada: 04/11/2025 21:47 Cotización de la nota: $2.070.394
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