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28/10/2025 Ambito.com - Home
Qué significa tocarte la cara mientras pensás, según la psicología En la disciplina de la psicología , los gestos de las personas tienen un importante significado. Los movimientos de las manos al hablar o pensar cumplen una función que pocos adivinarán y tiene que ver con la forma en la que se procesa la información en el cerebro. Por más de que muchos pueden encontrarle un significado desde el lenguaje corporal, muchas veces es sólo una herramienta de la persona para manejar momentos de estrés, ansiedad o incomodidad. Si una persona se toca la cara mientras está pensando, puede estar usando ese estimulo para autorregularse a nivel emocional. tocarse la cara Qué dice la psicología sobre tocarse la cara mientras estás pensando en algo Expertos en psicología sostienen que tocarse la cara es una forma de autorregulación emocional y mental. Según un artículo de Psychology Today, este tipo de gestos aparecen de manera automática cuando la persona entra en un estado de concentración o tensión, y no se trata de un simple hábito: es un mecanismo natural que ayuda al cerebro a procesar mejor la información y el estrés . Algunos especialistas indican que este comportamiento tiene raíces muy antiguas . En sus orígenes, cubrirse la boca era un gesto de protección frente a enfermedades, mientras que tocarse la barbilla reflejaba duda o reflexión. El tacto, uno de los sentidos más primarios, sigue funcionando como una fuente de consuelo , ya que contribuye a calmar el sistema nervioso en momentos de estrés. Además, estudios de la Universidad de Cambridge demostraron que tocarse el rostro reduce la sobrecarga cognitiva y facilita el pensamiento profundo. Esto ocurre porque dichos movimientos activan áreas del cerebro vinculadas con la memoria y la atención , lo que ayuda a mantener la concentración y mejorar el rendimiento mental. Esto funciona porque el contacto físico funciona como una especie de anclaje sensorial que ayuda a una promueve un mejor procesamiento de los estímulos. Cuándo alarmarse según los psicólogos Tocarse la cara de manera ocasional es una reacción completamente normal del cuerpo frente a la concentración, la duda o el estrés. Sin embargo, cuando el gesto se vuelve repetitivo o incontrolable , puede dejar de ser una simple respuesta automática y transformarse en una señal de ansiedad o tensión acumulada . En esos casos, el hábito deja de cumplir su función de alivio y empieza a generar más incomodidad o frustración. También es importante prestar atención si el acto de tocarse la cara provoca consecuencias físicas , como irritaciones, heridas o infecciones por manipular la piel constantemente. Esto puede ser un indicio de que el gesto responde a una necesidad de descarga emocional más profunda o a una conducta compulsiva, como la dermatotilomanía , donde la persona se rasca o pellizca la piel de forma continua. Si este comportamiento interfiere con la rutina, el descanso o las relaciones sociales, lo recomendable es consultar a un profesional de la salud mental . A través de terapias es posible aprender a manejar la ansiedad, identificar los disparadores emocionales y reemplazar ese impulso por estrategias más saludables para autorregularse. Imagen: ambito.com - ambito_lifestyle
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