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28/10/2025 BaeNegocios.com - Nota
Crece la presión sobre el Congreso de EE.UU. para levantar el cierre del gobierno BAE Negocios El segundo cierre más prolongado del gobierno de Estados Unidos agudiza su costo político y económico mientras se extiende la parálisis legislativa. La falta de un acuerdo presupuestario entre republicanos y demócratas ya comienza a afectar a millones de hogares, a los mercados y a los servicios esenciales del Estado, generando una presión creciente sobre el Congreso para poner fin a la crisis. El cierre mantiene suspendido el pago a cientos de miles de empleados públicos y amenaza con interrumpir programas de asistencia social que sostienen el consumo de las familias de menores ingresos. El riesgo más inminente es la interrupción del programa de asistencia alimentaria SNAP, del que dependen 42 millones de estadounidenses . El Departamento de Agricultura advirtió que los fondos de contingencia solo alcanzarán para cubrir los beneficios hasta noviembre, lo que abriría un vacío de contención social si el conflicto se prolonga. La tensión se amplifica por el impacto fiscal. El cierre impide la ejecución de inversiones públicas y frena la recaudación federal, lo que eleva el costo financiero del Estado. Analistas estiman que cada semana de parálisis resta cerca de 0,1 puntos al crecimiento trimestral del PBI estadounidense. Además, el cierre genera incertidumbre en los mercados financieros, que observan con inquietud la incapacidad del sistema político para garantizar la continuidad administrativa. Sin medias tintas El sindicato más grande de empleados federales reclamó al Congreso una resolución inmediata para restaurar el funcionamiento pleno del gobierno. "No medias tintas ni juegos políticos", exigió Everett Kelley, presidente de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales. La presión sindical suma un componente social al conflicto, en un contexto donde el desempleo se mantiene bajo pero la inflación sigue erosionando los ingresos reales. La falta de acuerdo entre ambas cámaras refleja la polarización estructural que domina la política estadounidense. Mientras los demócratas reclaman incluir medidas de alivio sanitario y sostener los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, los republicanos insisten en aprobar una extensión temporal sin nuevas condiciones de gasto. La disputa exhibe las diferencias ideológicas sobre el tamaño y el rol del Estado, que se reavivan ante cada debate presupuestario. El cierre también amenaza con retrasar la inscripción en los planes de salud de la ACA y con f renar proyectos de infraestructura, defensa e investigación. La reprogramación de fondos internos, que permitió mantener los pagos a las Fuerzas Armadas a comienzos de mes, difícilmente pueda repetirse sin agravar el déficit fiscal. Acusaciones Los economistas advierten que la persistencia del cierre puede amplificar la desaceleración de la economía estadounidense y afectar las cadenas globales de confianza. Cada día sin acuerdo incrementa el riesgo de que la mayor economía del mundo entre en una fase de debilidad política que comprometa sus proyecciones para 2025. Con el presidente Donald Trump en el exterior y el Congreso dividido entre acusaciones cruzadas, el desenlace inmediato parece lejano. Pero la presión económica crece y el costo político también. En Washington, todos coinciden en que el tiempo juega en contra de la estabilidad del país.
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