Logo Ejes
27/10/2025 Clarin.com - Nota

Contacto de Milei y Macri, sospecha de traiciones y Cristina no renuncia al PJ
Ignacio Zuleta
El presidente y el líder del PRO analizaron el triunfo del Gobierno a nivel nacional, ya con la mira en el 2027. Las derrotas de Schiaretti y Recalde-Hagman dejaron dudas sobre el apoyo de las fuerzas locales.

Javier Milei y Mauricio Macri hablaron tras el triunfo electoral.
Las elecciones del domingo fueron la primera batalla de 2027 . En esto coincidieron el lunes Javier Milei y Mauricio Macri, que mantuvieron una charla amistosa por teléfono.
Se regocijaron por el triunfo del Gobierno , que es el primer movimiento hacia las presidenciales del 27 del espacio que desde 2015 representa la mayoría de los votos de por lo menos cinco de los siete distritos más grandes de la Argentina.
No es cierto que los electorados elijan a sus candidatos. Los candidatos y sus coaliciones eligen con qué electorado identificarse. Milei buscó esta vez identificarse de nuevo con el voto histórico que hizo presidente a Macri en 2015, que le puso el 40% de los votos en 2019 a Macri-Pichetto, y que en 2023 lo hizo a él presidente.
La prueba la dio el voto porteño: si se suman los votos de Manuel Adorni y los de Silvia Lospennato, equivalen a lo que sacó la lista de Bullrich-Fargosi el domingo.
Hay dudas que hieren y que van a aclararse con el paso del tiempo: ¿cuánto se empeñó Martín Llaryora para que ganase Juan Schiaretti en Córdoba? Un baquiano de ese distrito advirtió la escasa disponibilidad de vehículos en las elecciones del domingo. El parricidio, en política, es una etapa superior del progreso.
En el mismo tenor hay quienes se preguntan cuánto se empeñó el peronismo porteño , línea Juan Manuel Olmos, para que Recalde y Hagman, cabezas de lista de senador y diputado en CABA en nombre de Cristina, tuvieran una mejor elección que la que protagonizó en mayo pasado el posradical Leandro Santoro.
Esta observación indica el rumbo de una renovación del peronismo mirando a 2027, con nuevos elencos que pueden incluir a Axel Kicillof, Juan Manuel Olmos, el pampeano Ziliotto y otras figuras de una nueva generación.
En la provincia de Buenos Aires la diferencia entre el ganador Diego Santilli y Jorge Taiana fue de 46.600 votos (0,54%). Los perdedores lo explican por la desmovilización territorial de los intendentes, consecuencia de tres factores.
1) No votaron los extranjeros, un padrón mayoritariamente pro-peronista.
2) Fue una elección nacional cuyos candidatos no tenían una identificación territorial con los intendentes.
3) La novedad de la boleta única, un instrumento electoral que no modificó los resultados pero que es difícil de traccionar, de caminar en la campaña.
El padrón de extranjeros le puede aportar al peronismo unos 360.000 votos en unas elecciones provinciales. El peronismo tuvo un deflactor de votos, de listas que le compitieron el mismo espacio.
Entre Fernando Gray, Santiago Cúneo y Alberto Samid le sacaron al peronismo 299.760 votos (3,43%) . Las listas de moderados que podían compartir el espacio mileísta le restaron un porcentaje aún mayor. Entre Florencio Randazzo, Juan Manuel López, Eugenia Talerico y Roberto Cachanosky sumaron 386.865 (3,42%) .
El distrito emblema del PRO es un microcosmos que ilumina los resultados nacionales porque el votante de CABA vota con sentido nacional . Se desentiende de la gestión municipal -para alegría de los Macri- y mira la agenda grande. Permeó en ellos el apoyo de los Estados Unidos a la gestión financiera.
No quieren crisis económicas que podrían desencadenarse si el oficialismo hubiera perdido las elecciones. Para ellos fue la operación “Dios se lo pague” , que parece haber convencido a Trump de que Argentina está tan pobre que se está muriendo. Como aquel personaje del cine en blanco y negro que inmortalizó Arturo de Córdoba, el Gobierno se disfrazó de mendigo para pedir limosna en la Casa Blanca.
Ocurrió en los mismos días cuando la Argentina batía el récord de compra de entradas para el Mundial del Fútbol de EE.UU. , que el ministro de turismo de República Dominicana afirmaba que había aumentado el 80% del turismo argentino a Punta Cana, y que el informe del economista Nadin Argañaraz consignaba que las 24 provincias registran, en el primer semestre de 2025, superávit primario y fiscal.
El distrito CABA también volvió a ser un santuario de la abstención , esa forma que encarna el voto castigo. En CABA la abstención llegó al 50% en las mesas de la zona sur. En la zona norte escaló hasta el 69%.
La entrada de Martín Lousteau a la Cámara de Diputados fue un alivio para la administración de Jorge Macri . El radicalismo cogobierna la Ciudad, y los radicales administran el Banco Ciudad, tienen al Procurador de la Ciudad y roncan fuerte en varios ministerios, entre ellos espacio público.
El oficialismo nacional ganó con candidatos de la etnia PRO en los principales distritos : Santilli en Buenos Aires, Bullrich en CABA y Luis Petri en Mendoza, que reportó el mayor porcentaje de votos de todo el país.
También el peronismo buscó retener a su electorado, perdió por un pelo en Buenos Aires, pero logró, pese a perder las nacionales, retener buena parte del volumen de su bancada. Los provinciales unidos, pese a que perdieron 6 de los gobernadores que la integran, pasaron a ser la tercera fuerza en Diputados con 17 bancas.
Entre ellos estarán Juan Schiaretti y Miguel Pichetto, que actuarán de bisagra de todas las decisiones de la Cámara. El mismo rol que ha cumplido hasta ahora el bloque de Encuentro Federal , que ha quedado diezmado en su integración .
Era un resultado absolutamente esperable. La elección que hizo el oficialismo reproduce con una ligera diferencia a la victoria de Macri en 2017 : es el voto moderado de las grandes provincias. Es una constante de Argentina desde 2015; es el voto de Cambiemos que se suma a la pequeña facción de Milei.
Se cruzaron el domingo lo nuevo y lo viejo : lo nuevo es que se ha recompuesto la alianza moderada de las grandes provincias argentinas, que ya hizo presidente a De La Rúa, luego a Macri y ahora a Milei. Durante los primeros dos años de la presidencia de Milei se había roto.
El rechazo de los grandes distritos al peronismo recuperó el voto del no peronismo a un nivel más que singular. En Córdoba y Santa Fe el voto para La Libertad Avanza estuvo por encima de las marcas de aceptación de la persona de Milei .
La diferencia simbólica la da el round en Buenos Aires, que tiene un factor que desbalanceó: Santilli. Fue siempre el mejor candidato de este oficialismo . Por razones de celos de poder iba tercero en la lista, pero él debió ser primero. Si hubiera ocupado ese lugar hubiera sacado más votos todavía.
Hubo quienes se declararon sorprendidos por el resultado. Santilli entró al búnker del mileísmo afirmando que su objetivo era descontar la diferencia con el peronismo. La narrativa del poder empapó el relato periodístico en los días previos.
El peronismo afirmaba que ganaría en Buenos Aires y que empataría en la nacional. Lo mismo hacía el mileísmo, que distribuía por las redes en la tarde de las elecciones, antes del cierre, textos anónimos que vaticinaban un empate técnico.
No pasó ni lo uno ni lo otro . Perdió el peronismo en Buenos Aires y en la nacional. Sólo se sorprendió quien estaba mirando otra película. Obviedades: cada contendiente trabajó para su electorado. Milei para la mayoría de los 7 distritos más grandes -de ellos sólo perdió en Tucumán-. Cristina y Axel trabajaron para retener la provincia de Buenos Aires. No era imaginable otro resultado.
Lo viejo es la imposibilidad del peronismo de lograr una unidad nacional . Hace una extraordinaria elección en septiembre, pero no puede armar una fuerza nacional. Volvió a repetirse lo del 2023: el peronismo del interior no juega la misma carta que el peronismo del AMBA, capturado por Cristina Kirchner y su hijo. Es una actitud endogámica del partido, que encima tiene a Cristina presa y condenada.
La crisis territorial del peronismo le impidió otra vez, como en 2023, movilizar los distritos del interior. Tampoco logró movilizar a los intendentes de la provincia de Buenos Aires, que es casi el 40% del voto de todo el país.
La crisis territorial arrancó en 2023 cuando el peronismo perdió el control del Senado, que equivale a perder el control de la justicia, algo que tenía por lo menos desde 2003.
Por esa pérdida histórica, Cristina de Kirchner está presa . La condena no hubiera existido si el peronismo siguiera controlando la justicia desde el Senado. Esta crisis del peronismo se prueba en que hasta ayer no había aparecido ningún dirigente de envergadura que le pidan a Cristina y a Máximo Kirchner la llave del PJ.
Néstor, apenas conoció en 2009 la derrota en las legislativas de aquel año, renunció a la presidencia del PJ . Cristina resiste en el cargo porque espera alguna rehabilitación para hacer política, que ahora se aleja. Ese proyecto somete al peronismo a una exigencia extraordinaria. ¿Quién está dispuesto a tragarse ese caramelo de hierro que es Cristina presa?
Es una oportunidad importante del Gobierno para revisar su política de alianzas hacia adentro, que hasta ahora manejó muy mal. La tensión entre el programa y la gobernabilidad es intrínseca a la política. Sostenerse en el poder está por encima de la agenda para cualquier gobierno. Nadie sacrifica el cargo por un programa o por un objetivo político .
Tampoco lo hace Milei, que en los dos años de gestión ha rechazado los proyectos de la oposición para el financiamiento de las provincias, de la universidad y de la salud. Pero cuando se apagan las luces, aumenta los planes sociales y cede fondos para universidades, salud y discapacidad .
El peronismo es una liga de gobernadores a la que la conducción cristinista ha llevado a la menor expresión en lo que va de su historia . Hay un electorado que vota peronista y este electorado va a encontrar un liderazgo, como ha ocurrido aún en los momentos más críticos del peronismo.
Cuando ganó Alfonsín en el 83 los periodistas escribían que el peronismo había desaparecido y de hecho no desapareció. El voto peronista existe, es un voto fiel, de clase . Pese a una tormenta de derrotas como la de ayer, ha perdido solo dos diputados .
Pero no se ha perdido la marca peronista, como tiende a desaparecer la marca PRO o la marca Unión Cívica Radical , pulverizada por la conducción entrópica de Lousteau en el Senado y de Rodrigo De Loredo en Diputados.
Cambiemos terminó dinamitado por Macri en 2023, se quedó fuera del balotaje y sin embargo su electorado ha sostenido a Milei, lo ha hecho ganar el domingo porque es verdad que la gente de Milei no existe, es toda gente del PRO , de Cambiemos, radicales que se pasaron al mileísmo, pero su base demográfica es el voto de Cambiemos, la dirigencia de Cambiemos.
Este factor es una de las verdades no escritas de la política argentina. Como lo es que no se vota por la economía. Los indicadores de la economía que ha ido al salvataje en Washington pudieron, si fuera cierto ese prejuicio, hacer perder el oficialismo, al que el 40% hizo ganar por la política . El no peronismo unido le gana al peronismo.
También se probó que las denuncias judiciales no mueven al voto . El Gobierno ganó en PBA pese a Espert y todo lo demás. El votante es más astuto que los dirigentes. Y se blinda ante las campañas judiciales, terminen como terminen.
La condena de Cristina, el colmo para la biografía de un político, no la hizo perder gravitación en el orden provincial. Quizá tenía razón cuando criticó el desdoblamiento de fechas. Pero si Axel Kicillof no desdoblaba, su destino se hubiera confundido con el de Cristina y se hubiera sumado a los perdedores de este round.
Habiendo desdoblado, con razón desde el ángulo de su interés, conserva el cetro del triunfo en la provincia por una diferencia notable frente a la oposición.


#37501955   Modificada: 27/10/2025 19:02 Cotización de la nota: $2.070.394
Audiencia: 1.022.580



Acceda a la nota web del medio