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24/10/2025 LaNacion.com - Noticias
Una casa histórica se convirtió en un pequeño oasis en el corazón de Mérida (Actualización) Camila Blousson Un equipo de arquitectos restauró una casona de principios del siglo XX y la transformó en un refugio de 125 m² lleno de carácter, vegetación y memoria Fecha original de Publicación: 24/10/25 18:24 Una casa histórica se convirtió en un pequeño oasis en el corazón de Mérida 24 de octubre de 202500:004 minutos de lectura' “Trabajar como arquitecto en una casa ubicada dentro de un centro histórico siempre conlleva un desafío y Casa Lorena fue uno de ellos. A este proyecto lo sentimos muy especial. Su construcción y restauración tomó dos años y el resultado fue de verdad sorprendente”, nos contó el arquitecto Francisco Bernés Aranda de Workshop Arquitectos, responsable de darle -junto con el arquitecto Fabián Gutiérrez Cetina- nueva vida a una antigua casona ubicada en el centro de Mérida, en la Península de Yucatán. "La casona que está a la izquierda en algún momento fue parte de la misma casa, y creo que la de su derecha también, por sus coincidencias en altura y molduras", contó Francisco, uno de los arquitectos del proyecto. Manolo R Solis “La casa de principios del siglo XX fue comprada por un matrimonio local para pasar los fines de semana. La llamaron Lorena en honor a su hija. A estas familias les gusta de recuperar casas históricas patrimoniales, que pertenecieron no necesariamente a sus familiares pero sí a sus antepasados”, aseguraron. "Para la puerta principal, elegimos una a tono con los colores originales de la casa y con un estilo tradicional. Los postigos permiten regular la entrada de luz, la ventilación y la privacidad. La reja de entrada es original". Manolo R Solis El centro histórico de Mérida es uno de los más grandes y mejor conservados de México. Su historia abarca desde la época prehispánica hasta la actualidad, y es un reflejo vivo de la fusión entre la cultura maya e hispánica. En total, alberga más de 6000 monumentos históricos construidos entre los siglos XVI y XIX, considerados verdaderas joyas arquitectónicas y cápsulas del tiempo, que conectan el pasado con el presente. “Originalmente, la casa, que es estilo chalet, ocupaba más espacio. Nos dimos cuenta de que, en realidad, eran tres, y que en algún momento sus dueños anteriores la subdividieron”, recordó Bernés. ANTES: La casa traía los colores rosa y celeste pastel. DESPUÉS: Una restauración completa con la puerta principal reemplazada y en el mismo celeste que las vigas Manolo R Solis Es que la casona quedó con solo 4,5 metros de frente -una cuarta parte de su tamaño original- y se retrasa apenas unos pasos respecto a la vereda, algo poco común en Mérida. El pequeño gesto arquitectónico crea un patio de acceso y una transición amable entre la calle y el interior. Cuadro del artista yucateco Joshua Arfaxad, sillón (Casa Mo), pisos de calcáreos (La Peninsular) y tocadiscos vintage de los dueños de casa. Manolo R Solis El living tiene un techo de más de cinco metros de altura que conserva vigas Decauville traídas de Francia en la época henequenera, período de auge económico en Yucatán por el cultivo y exportación del henequén -mejor conocido como “oro verde”. Este tipo de vigas fueron parte del sistema constructivo de esa época, junto con las viguetas de madera, que el equipo de Workshop se ocupó de limpiar y restaurar. Sillas y mesa (Artesano MX). Lámpara de madera fabricada por Workshop Arquitectos y pintada en el mismo tono que las paredes para que cuando esté apagada, "desaparezca" y genere una luz difusa. Manolo R Solis “Este ambiente tiene algunos toques especiales, como el sillón, que es de segunda mano y le da un toque años 70 a la casa. También, colocamos un tocadiscos antiguo, que pertenece a la familia de los dueños de casa y funciona a modo decorativo”, contaron. Los mosaicos de los pisos del living y la cocina están confeccionados a mano por artesanos de Yucatán. "Pintan pieza por pieza. Sentimos que dan mucha personalidad". Manolo R Solis Un gran arco invita a continuar el recorrido hacia la cocina que se buscó minimalista y sencilla. “Quisimos provocar el ingreso de luz natural y una fluidez entre ambos espacios". La isla de la cocina está confeccionada en cuarzo blanco y el diseño de las luminarias se buscó que sea lo más sutil posible. Manolo R Solis "Las decisiones que tomamos para este espacio se basaron en la paleta de colores de la casa. Tenemos el rosa en las paredes, el azul cielo en la alzada y el gris en los pisos": Manolo R Solis ANTES Y DESPUÉS. Uno de los grandes desafíos para hacer la galería fue tirar abajo el muro celeste que está en la foto de la izquierda. Se conservaron y restauraron los techos originales. Manolo R Solis El muro de piedra de la izquierda es original del siglo XX, mientras que el de la derecha es actual. Manolo R Solis Para el techo, reutilizaron tejas de Marsella -originales de la casa- sobre una estructura de madera de zapote. “Encontramos las tejas tiradas por todo el patio. Se ve que con el tiempo, se fueron cayendo. Aprovechamos todo lo que la casa ofrecía”. La galería fue el espacio al que se le dio más atención. Debido a las altas temperaturas del lugar, es donde los dueños de casa suelen pasar más horas. Espejo vintage. Manolo R Solis “En lugares como Mérida, que es calurosa todo el año, se aprovechan muchísimo los espacios exteriores. Por eso, los cuerpos de agua y la vegetación frondosa son protagonistas. En este proyecto, decidimos conservar los árboles y las palmeras que ya vivían en el terreno y sembrar más, ya que colaboran a mitigar las altas temperaturas. Técnicamente, los árboles nos marcaron dónde construir”. “En esta nueva construcción, buscamos que la parte trasera se pareciera a un templo”. Sus muros, cuentan con acabados de chukum, técnica milenaria en la que se hierve la resina de un árbol regional y se logran diferentes tintes. La práctica, que tiene un gran poder impermeable, se solía utilizar en las haciendas y, con los años, quedó en el olvido. Últimamente, se recuperó y se está volviendo a utilizar en diferentes casas de la zona. ANTES: el estado en el que encontraron el terreno con algunas tejas tiradas, que fueron cayendo de los techos antiguos. DESPUÉS: la espectacular transformación tras dos años. Manolo R Solis El equipo de Workshop Arquitectos se ocupó también del paisajismo de la casa, conservando las especies que ya vivían allí e incorporando algunas autóctonas que resisten el clima tropical de Mérida. Manolo R Solis En esta casa, la vegetación manda, por eso, el dormitorio llega hasta la palmera, que ya vivía en el terreno. Manolo R Solis “En cuestión de color, quisimos generar transiciones entre cada espacio. Cada uno tiene su propio juego e identidad, pero todos corresponden a una misma casa”. Habitación con baño en suite y piso artesanal. Manolo R Solis “Nos sorprendió mucho lo que pasó con esta casa. Son esos proyectos que los terminás, y al poco tiempo, tienen mucha repercusión. Fue finalista de diferentes concursos de diseño y participó de bienales mexicanas", compartió Bernés con orgullo. Un pequeño deck que funciona como patio privado del dormitorio. Manolo R Solis “La hija de los dueños, Lorena, que vive en el exterior, llamó a sus padres por el movimiento que generó la casa en las redes sociales. Realmente, quedamos encantados con el resultado, y tuvimos la suerte de que los dueños fueron muy abiertos y receptivos desde el comienzo. Confiaron en el equipo y no hubo limitaciones artísticas de ningún tipo”, concluyeron. Vista aérea que da una dimensión de lo angosta que es y cómo se aprovechó estratégicamente cada metro. Manolo R Solis Casas fuera de serieCasa ChorizoHistorias de diseño
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