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24/10/2025 LaNacion.com - Noticias
La película “27 noches” recupera un traumático episodio en la vida de una pintora y reconocida mecenas argentina El artista Edgardo Giménez, el poeta Fernando Noy y la autora del libro y psicoanalista Natalia Zito hacen un contrapunto entre la historia real y la ficción Edgardo Giménez, Natalia Kohen y Fernando Noy eran amigos en los 60 Archivo Con el estreno en Netflix de 27 noches, la película de Daniel Hendler basada en la novela de no ficción Veintisiete noches (Galerna), de Natalia Zito, que aborda el “caso Natalia Kohen”, revivió el interés por la historia de la longeva mecenas, pintora y escritora internada por sus dos hijas en una clínica psiquiátrica por temor a que dilapidara la fortuna familiar. En el diagnóstico (de “demencia frontotemporal”), firmado entonces por el médico neurólogo Facundo Manes, se señalaba como síntomas la prodigalidad y la extravagancia de la viuda. Uno de los lemas de la película es “La extravagancia no es un síntoma de demencia”. En el film, la protagonista interpretada por Marilú Marini se llama Martha Hoffman y es octogenaria; en el personaje de Humberto Tortonese (Bernardo Girves) se encarnarían los dos amigos que rescataron a Cohan de Kohen del “loquero cinco estrellas”, como ella misma bautizó la clínica psiquiátrica donde, contra su voluntad, pasó veintisiete noches: el poeta e icónico performer Fernando Noy y el artista Edgardo Giménez. Marilú Marini como Martha Hoffman en "27 noches" Netflix El doctor Orlando Narvaja, a cargo de Ezequiel Díaz, encarna a Manes, médico neurólogo, autor best seller y actual candidato a senador por el nuevo espacio político Para Adelante. Manes fue denunciado por mala praxis y sobreseído en dos ocasiones por la Justicia. “La primera persona a la que llamó Natalia desde el psiquiátrico fue a mí”, dice a LA NACION Edgardo Giménez. “Ella era una persona realmente genial, brillante. Le pasó eso: cuando quiso usar el dinero de la herencia de su marido, del laboratorio Argentia, las hijas se asustaron y temían que alguien se casara con ella, pero esa era una fantasía de las hijas, no era real. Natalia era muy entretenida, estaba viva, pasabas con ella un rato muy agradable. Todo el mundo la quería porque ayudó a mucha gente con la fundación de su empresa, pero cuando le propusieron ser socia de un proyecto de Clorindo Testa para hacer en el Paseo de la Infanta, las hijas se negaron a darle la plata; eso lo contó la misma Natalia”. Giménez recuerda que al homenaje a Kohen que le hicieron en el Teatro Maipo en julio de 2006 asistieron, entre otros, Jorge Luz, China Zorrilla, Hugo Urquijo y la entonces secretaria de Cultura del gobierno porteño, Silvia Fajre. En 2009, Kohen fue reconocida como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña y volvió a ser agasajada por sus amigos artistas. En el personaje de Humberto Tortonese se fusionan dos de los amigos artistas y bohemios de Natalia Kohen Joe Ekonnen / Netflix Fernando Noy no pudo ver la película, pero si la promo y no puede creer “cuánto se asemeja energéticamente” Marilú Marini a Natalia, de quien se hizo amigo en Radio Nacional. “Me pareció una imagen maravillosa de una mujer bastante adulta que estaba escribiendo su libro. Nos íbamos a tomar café, y yo veneraba en ella esa imagen de alguien que a pesar de todo luchaba y quería ser reconocida como narradora. Su libro era más o menos, pero la actitud me encantaba. Y nos hicimos muy amigas”. Noy conoce a Giménez de los tiempos del Instituto Di Tella. “Un día me llama y me pide por favor que nos juntemos en el Patio Bullrich, adonde Natalia iba a comer y a tomar el té. A la semana vuelve a llamarme y me dice ‘Che’, ‘¿Qué?’, le digo. Las hijas la internaron en un manicomio, en un neuropsiquiátrico porque temían que se casara, creo que era lo que habían enarbolado, y entonces esa fortuna inmensa que tenía iba a quedar en manos del marido. Había algo de eso. Giménez me invitó a tomar otro café ahí y me preguntó qué podía hacer yo". El escritor pensó que la prensa iba a ayudarlo y no se equivocó. “Como toda la vida me moví mucho con el periodismo, armé una gacetilla y empecé a llevarla personalmente a todos los medios. Toda mi vida gacetillando y con el corazón dando. Carlos Polimeni en Página 12, Sylvina Walger que aún vivía, la gente de La Maga, eran como treinta gacetillas. Yo registraba cada entrega de la gacetilla con una firma. Y funcionó, porque al final la liberaron”, evoca. “En esos días recibí un llamado muy raro de la hija, desde Estados Unidos, pidiéndome que parara con esa difusión porque la madre tenía el mal de Pick –recuerda Noy-. Le habían inventado una enfermedad. Qué cosa loca: yo justo estaba escribiendo un texto para chicos llamado ‘Pick’. No podía creer, era la época en que era amigo de Fito Páez, ya no, que le iba a poner la música y la iba a producir Javier Luquez, fijate qué locura. Todo esto termina así: logramos con la presión mediática que la liberaran. Ella y Edgardo siguieron siendo amigos. Ella estaba agradecidísima conmigo, me dijo que me iba a poner en el testamento, aunque luego me contó que me había sacado, no entiendo por qué causas. Lo que me importaba era que ella estuviera libre”, dice el poeta, y cita a Borges: “‘La amistad no es menos deliciosa que el amor’. Nunca le pedí nada, me encantaba estar en su casa, comer con ella, ver Con una actriz muy importante me pasó lo mismo. Hay momentos en que uno no recibe lo que espera, pero lo que quería se ha hecho, y lo que yo quería era que Natalia saliera de la clínica. La misión se cumplió”. "Veintisiete noches" (Galerna), novela de no ficción de Natalia Zito en el que se basó la película de Daniel Hendler Maqueta Por último, desmiente que se haya hecho un piquete en la clínica como se ve en la película para reclamar la libertad de Kohen. “El piquete es mentira, el piquete fui yo", afirma el autor, que publicará su obra poética reunida en el sello Evaristo. LA NACION también conversó con la escritora y psicoanalista Natalia Zito. “La traducción de Veintisiete noches al lenguaje audiovisual me tiene muy contenta porque, aun en las grandes diferencias con el libro, encontraron otra forma de contar la misma historia -dice la autora-. La película hace foco sobre lo que siempre me interesó más: lo compleja que es la salud mental. A pocos días de haber estrenado, me llovieron mensajes de agradecimiento por poner a disposición esta historia. Esa fue siempre mi intención, ofrecer un aporte que permita pensar en la salud mental, en la complejidad de ciertas situaciones familiares en la vejez de los padres, en por el bien de quién se toman ciertas decisiones y en cómo el dinero puede volverse una fuente de sufrimiento. Ahora, que gracias a la película y el diálogo que permita con el libro, eso puede estar a disposición de tanta gente, siento que lo logré, que hice algo grande”. Arte y CulturaLiteratura argentinaCine argentino Encontrá las guías de servicio con tips de los expertos sobre cómo actuar frente a problemas cotidianos: Adicciones, violencia, abuso, tecnología, depresión, suicidio, apuestas online, bullying, transtornos de la conducta alimentaria y más.
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