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24/10/2025 LaNacion.com - Noticias
Desmiento a Trump: estamos vivos A las puertas de unas elecciones cruciales, que decidirán si nos acercamos otra vez al abismo kirchnerista o vamos por la fórmula Milei al gobierno, Trump al poder, llega una ráfaga de noticias esperanzadoras. La primera: Scott Bessent, ministro de Economía remoto, pegó un golpe de dólares sobre la mesa e hizo retroceder la cotización; era la segunda semana en la que el dólar venía desbocado, loquito suelto, y alguien tenía que llamarlo a recato. Es lo que hizo Scott el miércoles, cuando el mercado de cambios amenazaba con saltar por los aires y superar el techo de los 1500 pesos. En la City porteña, o hablás en inglés o no te dan bola. Así son las cosas, aunque nos duela. Esa realidad justifica por sí sola el salvataje que fuimos a mendigar a Washington. Seamos sinceros: necesitábamos a Trump, a Bessent, el swap, y que tuvieran la generosidad inaudita de comprarnos pesos, rareza que acaso configure un antes y un después en el destino de la patria. El rescate era imperioso, explicó Trump a la prensa, porque “la Argentina está luchando por su vida, se está muriendo”. Hasta que el miércoles de gloria apareció Scott y puso 500 palos. Qué maravilla este tipo, qué facilidad de palabra. Su providencial intervención apenas sufrió un traspié anteayer y ayer: el dólar, como desconociéndolo, volvió a zona de catástrofe: arriba de 1500. La City no entiende otra lengua que el argentino. A mí me gusta tener al billete amarrado y al peso compitiéndole palmo a palmo, pero reconozco que cuando nuestro mercadito de cambios le torció el brazo al CEO de los dólares y lo obligó a traer más guita, fue un baño de orgullo. Andá pa’allá, gringo: a ver si creías que con dos mangos nos disciplinabas. Poniendo estaba la goose. Qué lindo: Firpo volvió a desparramar a Dempsey. Antes de seguir con las novedades que hacen mirar el futuro con optimismo, se impone una reflexión sobre el diagnóstico terminal que tiró el amigo Donald. “La Argentina se está muriendo”. Amigo de nuestros enemigos, digo. Cómo va a decir semejante cosa, aunque fuera cierta; que no es cierta: ni a Exterminator Javi le alcanzan dos años para llevarnos a esos extremos, al hecho irreparable, al más allá. ¿Quién datea a Trump? ¿Cristina, Kichi, C5N? Insólito: le contaron que no llegábamos a fin de mes y creyó que palmábamos. Con todo respeto, le pido que se llame a silencio. Qué necesidad esa de superarse a sí mismo. Yo, igual que muchos, me sugestiono. Leí su declaración, después vi el video y, lo juro, sentí como que me iba. Sigo escribiendo sin estar seguro de que haya sobrevivientes (que sobrevivan a esta lectura, además). De negar que estemos ante el “mejor programa económico de la historia” a sostener que la crisis está terminando con nosotros hay una distancia sideral. Acabo de asomarme a la ventana y por la calle pasa gente; dudo de que sean todos venezolanos. Me animo a desmentir, por lo tanto, estertores, piel fría, respiración irregular, disminución de la frecuencia cardíaca… ¡Vivimos! El panorama electoral pinta compliqueti, no es fácil elegir, pero tampoco es la muerte. “Llegamos de pie a las elecciones”, dijo el Presi anteanoche en Rosario. Muy bien haberse sumado a mi desmentida. Segunda noticia: para ilusionarnos con que todo irá mejor hay que seguir la saga del gabinete. Después de tocar fondo viene el rebote. El Pelu, cuya tendencia a ser distinto no conoce límites –agregar distintismo en el vademécum de patologías–, permitió que sus ministros se agarraran a las patadas; constituyó un triángulo de hierro con dos de sus vértices en guerra abierta; a la orfandad política estructural del Gobierno respondió desvistiendo al único ministro político, Francos; asistió impávido al espectáculo de un asesor, Caputín, comiéndose crudo a un canciller; anunció los cambios antes de tiempo… Ahora sabemos que configurarse como “león” tenía su miga: única forma de sobrevivir en esa selva. Pero ya pasó. El asesor será ministro –¿jefe de Gabinete? Divertidísimo–, y al dream team de Economía le premian sus éxitos: uno de los suyos, Quirno, reemplazará a Werthein. A Quirno le tocó negociar el rescate con Bessent y viene del J. P. Morgan, uno de los bancos que operaron en nombre del Tesoro de EE.UU. para calmar la plaza local. Listo: Bessent puso a Quirno. Me cierra totalmente lo de alinear el gabinete con el nuevo contexto. No digo que desde Washington bajen órdenes: este aquí, el otro allá… Con indicar nombres y destino alcanza. Tercer acontecimiento que invita a descorchar. La foto del cierre de campaña del kirchnerismo en San Martín, anteayer: Kichi, Massita y Grabois. Javi debe estar postrado en clamor de gratitud, porque la Providencia ha vuelto a demostrar que su generosidad es infinita. Kichi, Massita, Grabois. Qué tal la propuesta de los kukas, ¿eh? Calculo que con esa imagen dando vueltas no debe quedar un solo indeciso. Lástima que el diablo haya metido la cola y nos privara de Máximo. A votar, argentinos. Hay que demostrarle a Trump que estamos vivitos y coleando. Y a Milei también.
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