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23/10/2025 A24.com - Nota

BUSQUEDA DESESPERADA
A Pedro Kreder y Juana Morales "se los tragó la tierra"


La desaparición de Juana Morales y Pedro Kreder continúa generando una profunda preocupación en la comunidad de Chubut. A casi dos semanas de que se perdiera todo rastro de ellos, la investigación sumó en las últimas horas un nuevo elemento que podría modificar el rumbo de la búsqueda: el hallazgo de huellas humanas en una zona inhóspita de Rocas Coloradas , un paraje extenso y de difícil acceso que se ha convertido en el epicentro del operativo.
En medio de las tareas de rastrillaje, un baqueano local, Pérez , dialogó con el periodista Marcelo Bonelli y aportó una mirada esclarecedora sobre las condiciones extremas del terreno donde se concentra la búsqueda. Su testimonio, basado en años de experiencia recorriendo el lugar, revela un panorama tan complejo como peligroso.
“ Lo que se sabe son simplemente conjeturas, no hay nada concreto . Rocas Coloradas tiene 90.000 hectáreas, así que imagínense. Es una geografía muy difícil, donde encontramos cañadones, zanjones, lechos de agua estancada como la que estaba la camioneta, y es zona de sumideros”, explicó el experto durante la entrevista, destacando que el terreno podría esconder más de lo que aparenta.
Esa descripción no es menor. En un área de semejante magnitud, cualquier pista puede perderse con facilidad, y los sumideros — formaciones naturales que funcionan como trampas invisibles en el suelo — podrían tener un rol clave en la desaparición de la pareja. Según Pérez, estas depresiones del terreno son comunes desde Comodoro Rivadavia hacia el norte, en dirección a Camarones, y constituyen una amenaza real para cualquiera que transite por la zona sin conocimiento del terreno.
“ No hay que descartar posibilidades , hay que conocer el terreno porque puede ser una de las posibilidades”, advirtió, dejando abierta una hipótesis inquietante: que Juana y Pedro hayan caído accidentalmente en uno de esos sumideros sin posibilidad de salir .
El baqueano, que además trabaja como prestador turístico en Rocas Coloradas, explicó con detalle el funcionamiento de estas formaciones geológicas. “El terreno es propicio para toda esta formación, una formación donde ocurre un drenaje natural de agua, de miles de años”, señaló.
Su explicación se torna escalofriante si se la relaciona con el caso. “ El sumidero tiene una parte superior, una caída, y después penetra en la meseta. Por adentro produce una cárcava o caverna. Imagínense que es como si fuera el cascarón del cerro, pero lleno de galerías y cavernas. Podés ir caminando por ahí y caer ”, describió.
Esas palabras pintan un escenario donde un simple paso en falso podría ser fatal. En lugares donde el suelo parece firme, puede esconderse una cavidad de varios metros de profundidad. Pérez lo sabe bien porque, como guía, advierte a sus visitantes sobre el peligro constante que representa caminar fuera de los senderos seguros.
“ Cuando estamos de excursión, eso se lo explico muy bien a los visitantes para que conozcan lo que es un sumidero, y por qué los peligros. Debemos considerar y cuidar las geoformas, que son las que atraen la atención de todos los visitantes”, explicó.
Lo cierto es que ni siquiera muchos habitantes de Comodoro Rivadavia conocen a fondo este tipo de accidentes geográficos. “ Hay muchos de los mismos comodorenses que no lo conocen, o no sabían que esto existía ”, reveló el baqueano.
Y agregó un dato estremecedor: “ A simple vista es un simple agujerito que, si se desmorona, vos te mandás completo. Ha pasado con gente de campo a la que se le cayó un caballo de frente, y no lo pudieron sacar. Lo tuvieron que sacrificar en el lugar ”.
Esa clase de testimonios refuerzan la hipótesis de que algo así podría haber ocurrido con Morales y Kreder. El terreno donde fueron vistas sus últimas huellas no solo es inaccesible por momentos, sino también extremadamente inestable.
Los rescatistas, geólogos y personal de Defensa Civil que trabajan desde hace días conocen de primera mano esa dificultad. Las tareas se ven condicionadas por el viento, la falta de caminos marcados y el terreno blando, que obliga a utilizar vehículos todo terreno y a pie. Cada metro recorrido puede implicar un riesgo , y el hallazgo de huellas humanas en medio de esa geografía hostil encendió nuevas expectativas, aunque sin certezas.
Los investigadores analizan si las huellas pertenecen efectivamente a la pareja o si corresponden a alguno de los rescatistas. Todo está siendo peritado minuciosamente , ya que cualquier indicio podría ser clave para dar con el paradero de los jubilados.
Mientras tanto, familiares de Juana Morales y Pedro Kreder mantienen la esperanza de encontrarlos con vida , aunque reconocen que el paso del tiempo juega en contra. Ambos habían salido en la camioneta Toyota Hilux gris para pasar unos días en Camarones, pero jamás regresaron. El vehículo fue hallado días después, atascado en el barro, sin señales de violencia ni rastros de ellos en el interior.
Desde entonces, el operativo de búsqueda no se ha detenido. Participan bomberos, buzos, drones, canes rastreadores y equipos especializados del Ejército, pero el resultado sigue siendo el mismo: ninguna pista concreta sobre el destino de la pareja .
Las condiciones climáticas extremas, los sumideros y la extensión de Rocas Coloradas se han convertido en los principales obstáculos. En ese contexto, las palabras del baqueano Pérez cobran un peso especial : “ Es algo que puede cambiar, puede ser grande como puede ser chico, puede entrar una persona o no ”.
El propio Bonelli, impactado por la descripción, comentó en el programa radial: “ Se los podría haber tragado la tierra, literal ”.
Esa frase resume el temor más grande que sobrevuela el caso: que Juana y Pedro hayan desaparecido sin dejar rastros, absorbidos por un terreno que, a simple vista, parece inofensivo.
Los investigadores trabajan contrarreloj, combinando tecnología y conocimiento local. Los drones sobrevolaron la zona en busca de depresiones, cavernas o grietas que pudieran servir de escondite natural. Sin embargo, la mayoría de los sumideros no son detectables desde el aire , porque se camuflan entre la vegetación o se esconden bajo la roca erosionada.
Pérez, que conoce la zona palmo a palmo, asegura que esos lugares “ pueden tragarse un vehículo o a una persona sin dejar señales visibles ”. A lo largo de los años, ha escuchado decenas de relatos de animales o personas que se perdieron en esas grietas naturales, muchas veces sin que se los pudiera recuperar.
A pesar de todo, los familiares no pierden la fe. “ Queremos creer que están vivos, que se refugiaron en algún lugar o que alguien los vio ”, dijo días atrás una de las hijas de Kreder. “Solo pedimos que sigan buscándolos, que no se detengan”, agregó con la voz quebrada.
La historia de Juana Morales y Pedro Kreder ha conmovido a todo el país. Dos jubilados que buscaban disfrutar de una escapada tranquila terminaron envueltos en uno de los misterios más desconcertantes de los últimos años en la Patagonia.
Cada jornada que pasa, los rescatistas se enfrentan al desafío de recorrer un terreno donde la naturaleza impone sus propias reglas . Rocas Coloradas, con sus mesetas áridas y su geografía traicionera, se ha transformado en un laberinto natural que parece esconder un secreto.
Mientras tanto, la comunidad de Comodoro Rivadavia y las localidades cercanas acompañan el operativo con velas, cadenas de oración y mensajes de apoyo. En redes sociales, miles de usuarios comparten imágenes de la pareja y difunden cada actualización del caso, en la esperanza de que algún nuevo dato pueda abrir una pista.
El misterio sigue intacto. Nadie sabe qué pasó con Juana y Pedro. Pero en medio de la incertidumbre, el relato del baqueano Pérez ilumina una posibilidad que hasta ahora pocos habían considerado: que el suelo mismo, ese paisaje imponente y silencioso de Rocas Coloradas, haya sido el último testigo del destino de los dos jubilados .


#37223409   Modificada: 23/10/2025 15:42 Cotización de la nota: $312.355
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