21/10/2025 BaeNegocios.com - Nota
China exige títulos universitarios a influencers para frenar la desinformación online BAE Negocios Desde octubre, ser influencer en China ya no será solo cuestión de popularidad o carisma. El gobierno implementó una de las regulaciones más estrictas del mundo para combatir la desinformación online, exigiendo que los creadores de contenido que hablen sobre salud, derecho, educación o finanzas acrediten títulos universitarios o certificaciones oficiales en esas áreas. La medida fue impulsada por la Administración del Ciberespacio de China (CAC) y marca un antes y un después en el control del ecosistema digital. A partir de ahora, solo los usuarios vinculados a instituciones médicas, educativas o de investigación podrán difundir información considerada “profesional o especializada”. Las plataformas más utilizadas del país —entre ellas Weibo, Douyin y Bilibili— deberán verificar las credenciales académicas de los influencers antes de autorizar la publicación de contenido. Aquellos que no presenten la documentación dentro de los dos meses establecidos por el gobierno podrían ver sus cuentas suspendidas o eliminadas. Según la CAC, el objetivo es proteger a la población de información falsa o engañosa, en un entorno digital donde proliferan consejos financieros, médicos o jurídicos sin respaldo científico. En los últimos años, China enfrentó un incremento de rumores virales y teorías sin sustento, impulsadas por algoritmos que priorizan la viralidad por encima de la precisión. La nueva regulación también exige que los contenidos educativos o científicos incluyan fuentes verificables y aclaren si utilizan material generado por inteligencia artificial o dramatizacione s. Además, las plataformas deberán informar a los usuarios sobre su responsabilidad legal y científica, estableciendo una suerte de “contrato digital” entre el creador y su audiencia. El gobierno chino busca, de esta manera, no solo frenar la publicidad encubierta y los falsos expertos, sino también institucionalizar la figura del divulgador digital , integrándola dentro de un sistema de credibilidad pública controlada. Los algoritmos tendrán un rol clave asimismo: deberán detectar y bloquear publicaciones sexualizadas presentadas como educación o salud, práctica que las autoridades consideran contraria a la moral pública. Aunque algunos celebran la medida por su potencial para mejorar la calidad informativa, otros advierten que podría limitar la libertad de expresión y silenciar voces independientes o autodidactas. China se convierte así en el primer país del mundo que exige títulos universitarios para informar en redes sociales, trazando un modelo que redefine los límites entre la divulgación digital y la comunicación profesional. Para los analistas, el país asiático podría estar inaugurando un nuevo paradigma global: el paso del influencer espontáneo al experto certificado.
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