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07/09/2025 Perfil - Nota - Política - Pag. 17

PBA: la aldea que pretende pintar al mundo
ROBERTO GARCÍA

Un mundo atento a lo que esta noche se conozca de las elecciones bonaerenses, inquieto en parte por lo que mañana se produzca en los mercados a partir de los resultados. Nunca el latiguillo “es la economía, estúpido” tuvo más relevancia. ¿Rige o no en esta ocasión? Esa es la pregunta, ya que la porfía parece un limitado e insensato desafío geográfico a la marcha de un proceso económico que, para el Gobierno, es correcto por la disminución del gasto público, el logro del superávit fiscal y la baja inflacionaria.
Hasta hace dos meses, muchos lo creían: esas tres banderas eran suficientes para atravesar victoriosas la Provincia. Hoy se duda. Al menos los consultores. Los números se empantanaron, según las encuestas. Contribuyeron en 60 días la ansiedad por la inestabilización del dólar, el daño por un bombardeo de denuncias de corrupción, una interna oficial inexplicable y, sobre todo, la acción proselitista que se les reconoce a quienes juegan pellejo, poder, ingresos y figuración en este día: los intendentes. Los mismos que, personalmente o en familia, vienen con el expertise del conteo de votos —entre otras habilidades—, cuando ellos mismos introdujeron la frase: “Si no me controlan, me obligan a cometer fraude”. O: “En mi territorio, nosotros pesamos los votos, no los contamos”.
Roberto García
Pésimo cálculo del Gobierno para este factor clave, interesado, por permitir transformar en nacional un tema municipal casi por arte de birlibirloque. O porque aceptó una frase común de Tolstói: “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”. Demasiada obediencia a este pase de magia: la conversión del comicio de hoy en un episodio trascendental para la vida de los argentinos. Tan absurdo como la interpretación última sobre la conducta electoral de las ocho comarcas en disputa: si empatan 4 a 4, si uno pierde 5 a 3, o si gana 6 a 2.
Con un adicional: la distancia en la Tercera Sección entre un partido y otro constituye una discusión internacional, cuando casi nadie sabe cómo está formada ese distrito, salvo que la influyente y populosa La Matanza, que lo integra, está repleta de pobres. Y a esa franja no la captura Javier Milei.
El Presidente ya bajó un cambio antes del comicio: dijo que estaban “cabeza a cabeza” con la oposición. Casi una resignación, cuando su cabeza no está en juego en la naturaleza de la elección.
Tampoco compite realmente uno de los beneficiarios presuntos, Axel Kicillof, quien tal vez culmine como doble triunfador: por vencer a Cristina Fernández de Kirchner, que se opuso con maledicencia a este comicio anticipado, y de paso a una Casa Rosada que no supo arrebatarle intendentes ni fue pródiga en constituir alianzas, invocando una pureza partidaria que no supo lograr durante su mandato. En el Congreso, por lo menos.
Si la fotografía de esta noche favorece al gobernador, Kicillof igual no dará una vuelta olímpica: su liderazgo sigue difuso, apaleado, y la viuda de Kirchner se asumirá como vencedora en su lugar.
No va a perderse esa oportunidad, tampoco su hijo Máximo ni La Cámpora. Extraño fenómeno en la Provincia: hay carteles (Quilmes, por ejemplo) en los que se postula a un candidato local junto a la fotografía de una señora que está presa y a quien le pueden endosar más años de prisión en otras causas. Solo en la política se puede venerar a quien la Justicia mandó a la cárcel por corruptelas de índole diversa.
Otra paradoja: los pobres de La Matanza que se rebelan contra la situación económica, de acuerdo con las encuestas, entienden que el tipo de cambio debe ser más alto (como predicaba Guido Di Tella, “re contra alto”), u obseso que implica la pérdida del propio poder adquisitivo, la baja del salario blanco o informal. Como si quisieran ser más pobres. Poco explicable este reclamo del peronismo.
Si la fotografía favorece al gobernador, CFK se asumirá como vencedora
El “día después” ya está asumido por los concertistas del mercado en materia de precios (se desprendieron de títulos y acciones). Suelen generalizar ahora con un “no va a pasar nada, pase lo que pase”, como si los niveles no fueran a caer mucho más. Obvio: siempre se anticiparon a los hechos, ya hicieron la diferencia y, en todo caso, avizoran la conducta de los votantes para octubre, momento en que quizá deban volver a entrar en la plaza.
Kicillof. Puede convertirse en el gran vencedor del día.
En esa fecha se juega por los puntos en todo el país. Milei requiere cierta estabilidad económica y una merma del oremendo internismo que lo acosa. Inclusive, su voluntad de no modificar el Gabinete hasta diciembre, tal vez se apresure: muchos tornillos flojos y una falta evidente de conducción. También porque es indivisible, y lo será, de su propia hermana, que pena por tareas en las que reemplazó a su hermano perezoso.
El caso de las coimas o Spagnuolo —con recorrido por todas las administraciones, pasadas y actuales, provinciales e intendencias, “en un mismo lodo, todos manoseados”, según la decepción discepoliana— revela no solo posibles cohechos, también un sórdido reinado de grupos u organizaciones dedicados al espionaje y que han penetrado en el mismo Gobierno.
Y lo dañaron más que los opositores.
Ya mandó a avisar Milei que solo quiere amor entre sus fieles, desechar las intrigas, la deportación de los “traidores”, quizá hasta revolver las aguas de Nordelta con multitud de celulares anónimos en el fondo. Como los que desenterraban el Sur en busca del tesoro de los Kirchner. Y, lo más importante, que el libre albedrío no implique la autodestrucción de su fuerza.
Tardío el mensaje o no llegó a tiempo para uno de sus voceros —el “Gordo Dan”, de la marginalidad radial— quien, para defenestrar a un adversario, Luis Juez, se valió de recursos innobles en relación con los discapacitados. Hasta los cordobeses que desprecian a Juez se sintieron avergonzados. Casi una patología el criterio, atribuido a Santiago Caputo, para derruir rivales internos y purificar la raza mileísta. Cuanto más chicos, mejor, deben pensar. Como si conciliar con intendentes bonaerenses no les hubiera reportado hoy un mejor desarrollo electoral.
Prejuicios o intereses, pero hay que traducir al “Gordo” según el nuevo decálogo que impuso su jefe, Caputo, en su cuenta de redes: un monotributista de Milei que promete, con fe religiosa, la bienvenida a todos como titular de las “Fuerzas del Cielo”. Aunque después de ciertas inspecciones, claro: análisis de sangre, pulmones, vínculos familiares, enfermedades previas, etc. Quizás hasta dejaría ingresar a Karina.
Consignas de Perogrullo: esas diez verdades del filósofo funcionario, casi todas un plagio a las Tres, Diez o Veinte Verdades que dicen pertenecer a Juan Perón. Y que justificaron cualquier medida del Consejo Superior.
Punto de partida lo de hoy para una larga marcha de casi dos meses hasta el match electoral de octubre. Milei empieza a entender que esa fecha es fundamental no solo para sus propósitos de renovación en 2027, sino también para sostenerse hasta llegar a ese acontecimiento futuro.
No todos los que escuchan ópera, como Spagnuolo, son útiles para la causa. Son apenas amigos del Campeón. Por más que esa palabra la tenga prohibida el ministro Luis “Toto” Caputo.


Menciones: PBA, elecciones, Gasto público, Superávit fiscal, Inflación, Dólar, Corrupción, Elecciones bonaerenses, Axel Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner, La Matanza, Javier Milei, CFK, Mercado, Coimas, Espionaje, Juan Perón, Luis Caputo


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