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17/08/2025 Página 12 - Nota - Policiales - Pag. 20

"El crimen fue un hecho imprevisto y sorpresivo"
Raúl Kollmann

Por Raúl Kollmann
El juez Alejandro Litvack resolverá al final de esta semana si se convoca a Cristian Graf a prestar declaración indagatoria, por ahora únicamente por el delito de encubrimiento del homicidio de Diego Fernández Díaz, sin que el fiscal Martín López Perrando sepa o manifieste quién fue el autor. Lo más probable es que Litvack lo diga que sí al pedido del fiscal, pero la decisión es fina: ¿es suficiente para configurar el delito de encubrimiento que Graf haya dicho a los albañiles que los 151 restos humanos encontrados en el fondo de su casa pertenecieron a alguien de una iglesia o que llegaron con tierra de relleno cuando se construyó una pileta? El abogado de Graf ya adelantó que dirá que no sabe nada, que no entiende cómo llegaron esos restos allí, pero los hechos parecen objetivos: no puede ser casualidad que just o aparezca enterrado el cuerpo de un compañero del colegio en el fondo de la casa de la avenida Congreso 3742.
Más allá de la resolución de Litvack, es fundamental echar una mirada sobre todo el caso, de la mano del escrito de López
para matar a un hombre con un cuchillo”, redondea el criminalista. Como se sabe, a Cristian Graf le decía Jirafa porque era alto y fuerte.
2.- ¿Una única herida?
En el escrito del fiscal aparece como posibilidad que haya actuado una segunda persona porque dice, textualmente, “en cuanto a las lesiones perimortem, se constataron aquellos traumas cortopunzantes y cortantes que fueran señalados anteriormente, destacando que habrían sido producidos probablemente, por dos filos distintos”. Perimortem significa al momento de la muerte o enseguida después. De manera que los dos filos pueden referirse a un cuchillo con el que se cometió el crimen y otro con el que se intentó —y no se logró- descuartizar el cuerpo. López Perrando es categórico en que la herida clave es una sola: “En tercio esternal del cuerpo costal, sobre borde inferior, corte lineal; en cara externa, solución de continuidad de 9 mm; trauma cortopunzante, de dirección derecha a izquierda”. O sea, una única cuchillada, y después —todo parece indicarse— se usó otro cuchillo para intentar descuartizar.
3.- ¿Qué indica la sepultura?
“Todo indica que el asesinato fue cometido por un hombre y posiblemente una sola persona, aunque no se puede descartar alguien más”.
Perrando y, sobre todo, del análisis del profesor en criminalística Raúl Torre. Estos son los puntos claves:
1.- ¿Estamos ante el caso de un plan preciso y meditado de homicidio y luego borrado de los rastros?
“El homicidio fue un hecho imprevisto y sorpresivo”, escribió el fiscal. “Es un hecho espontáneo, una pelea que surgió en el momento” —sostiene Torre. La cuestión surge esencialmente porque el arma utilizada fue un cuchillo y no aparece un elemento más sofisticado, como podría ser un arma de fuego.
Torre agrega que “todo indica que el asesinato fue cometido por un hombre y posiblemente una sola persona, aunque no se puede descartar del todo que haya habido alguien más”. El diagnóstico de que el autor fue un hombre tiene que ver con que, según describe el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAA), Fernández Lima tenía los músculos y la contextura de un deportista, por lo que se requería fuerza para doblegarlo. “En mi experiencia, en que vi muchísimos casos, es rarísimo que una mujer tenga la fuerza
Después de 41 años, las claves del caso del asesinato de Diego Fernández Lima
“El crimen fue un hecho imprevisto y sorpresivo”
¿Pelea por un tema de motos —pasión que tenían en común— o intento de agresión sexual?
¿Fue el padre o el hijo Graf? El perito Raúl Torre analiza el insólito caso.
La casa demolida y al lado, la de la familia Graf.
fondo del predio, refuerza la hipótesis de que el hecho sucedió allí mismo y que el ocultamiento del cuerpo se materializó inmediatamente tras haberse consumado.
4.- ¿Es posible que el resto de la
chísima sangre en el lugar donde se produjo la muerte, donde se intentó descuartizar y en la ropa de la persona. Como se sabe, si los que se enteraron fueron integrantes de la familia y
quien mató también, no hay en-
cubrimiento en ese momento.
5.- Sin embargo, el fiscal imputa a Graf por encubrimiento.
¿Cómo puede ser?
El fiscal López Perrando afirma que el encubrimiento se produjo el 20 de mayo, cuando se encontraron los restos. “Norberto Cristian Graf intentó persuadir a los presentes de que esos huesos que se encontraban allí podían resultar de vieja data, indicando que en el lugar había funcionado una iglesia, haciendo alusión a una posible tumba. También refirió que el lugar hubo un establo y por último que en ocasión de construirse una pileta en el fondo, se había pedido un camión de tierra que pudo eventualmente haber traído y depositado en el lugar los restos óseos. En ese contexto, las manifestaciones de Graf resultan no sólo inverosímiles, sino que denotan un claro conocimiento previo de la existencia de los restos en el lugar, así como una intención liberada de desviar la atención y generar hipótesis falsas. Resulta inverosímil sostener que, habitando durante más de cuatro décadas en el mismo inmueble donde se encontraba enterrado
“Los dichos de Graf resultan no sólo inverosímiles:
denotan un claro conocimiento previo
de la existencia de los restos.”
familia no supiera del homicidio?
“Difícil, pero no imposible. Si
justo los hechos se produjeron
cuando el resto de los habitantes
de la casa fueron al cine, tal
vez nadie se enteró, pero parece
improbable”, redondea Torre.
Sucede que descuartizar es dificultoso y obviamente hubo mu-
“Lo más probable es que el magistrado haga
la convocatoria a la indagatoria con Graf
como imputado por encubrimiento.”
el cadáver de su compañero de
escuela, el imputado no hubiera
tenido conocimiento de su exis-
tencia. Ese cuadro indiciario se
grava por el absoluto silencio
que Graf mantuvo desde el día
del hallazgo, el 20 de mayo,
“Es todo precario y posiblemente a las apuradas”, diagnostica
Torre. El criminalista, que fue jefe de la Policía Científica,
afirna que cuando un homicida
entierra un cuerpo en su propia
vivienda, es porque no tiene
cómo sacarlo. Por ejemplo, no
cuenta con un vehículo o piensa
que lo verán sacar el cadáver.
Porque sucede que el cuerpo
es una prueba demoledora y
la lógica es que, por ejemplo, lo
tire en un basural, donde será
muy difícil hacer luego la vin-
culación con quien mató. Pero
se ve que no pudo, intentó des-
cuartizar el cadáver y efectiva-
mente tirarlo, pero descuarti-
za o es fácil y no contó, aparen-
temente con la posibilidad de
sacarlo. En esa situación, las sepulturas suelen ser a pocos cen-
tímetros de profundidad. “Los
homicidas improvisados son
personas comunes, no saben
cómo desprenderse de un cuer-
po ni cavar una sepultura. La
sepulturas de cuatro metros de
profundidad para enterrar un
cuerpo son de las películas de
Hollywood, no de la vida real", apunta Torre. En su dictamen,
el fiscal dice: “la ubicación de
enterramiento en un sector del
ta, algo que parece ir en contra
de una demanda social de saber
al menos qué ocurrió. Es cierto
que, desde el punto de vista del
derecho, la cuestión no es para
nada sencilla. Están quienes di-
cen que esas afirmaciones ante
los albañiles no son suficientes
para hablar de un encubrimiento.
Otros consideran que el ocultamiento del cuerpo, el
verdadero encubrimiento, se
produjo en 1984. Y, los menos,
cuestionan que se pueda encu-
brir un delito que no se sabe
quién cometió. En este último
terreno, la mayoría cree que sí
se puede encubrir, aunque no
se sepa el autor del delito. Co-
mo se ve, Litvack tiene que
sortear distintos obstáculos.
7.- ¿Cómo incidirá la defensa
de Graf en la situación?
Los dos abogados, Érica
Nyczypor y Martín Díaz, se pre-
sentaron vía mail ante la fisca-
lía, que reenvió el correo al
juez. En los medios, Díaz insis-
tió una y otra vez en que Graf
no sabe qué sucedió ni cómo
llegó el cuerpo de su compañero
del ENET 36 a su jardín. To-
do es poco creíble. Pero en esa
sintonía los letrados dirán que
sus dichos ante los albañiles
fueron espontáneos, que no
trató de tapar nada y que la fami-
lia fue la que llamó al 911. Un
detalle que tiene su relevancia:
en verdad la llamada al 911 fue
hecha por Ingrid Graf, herma-
na de Cristian, quien vive en
Esquel y que casualmente esta-
ba en la casa de avenida Con-
greso el 20 de mayo porque
operaron a la madre. En princi-
pio, Ingrid ya no vivía en
Congreso 3742 en 1984 y efec-
tivamente podría ser ajena a
todo.
Frente a la defensa planteada
por los abogados, que se tradu-
cirá en la indagatoria (si la
hay), habrá que ver si hay ele-
mentos para procesar, aunque
sólo por encubrimiento. Se po-
drá especular con que Graf o su
padre cometieron el homicidio;
que tal vez hubiera elementos
de choque en la pasión por la
motos o en alguna tentativa de
abuso, y en el marco del con-
flicto —cualquiera que sea— se
produjo una pelea y la cuchilla
hasta la actualidad”.
6.- ¿Qué puede hacer el juez
Litvack?
Tal vez lo más probable sea
que el magistrado haga la con-
vocatoria a la indagatoria con
Graf como imputado por encu-
brimiento. De lo contrario el
juez dejaría el caso en vía muer-


Menciones: Alejandro Litvack, Cristian Graf, Diego Fernández Díaz, Martín López Perrando, Raúl Torre, Equipo Argentino de Antropología Forense (EAA), Érica Nyczypor, Martín Díaz, Ingrid Graf, Congreso, Hollywood


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