![]() Editorial de Paulo Vilouta Paulo Vilouta - Conductor RESUMEN: El texto aborda la creciente preocupación por el problema del fentanilo en Argentina, destacando la falta de acción y transparencia por parte de las autoridades, especialmente del ANMAT y el Ministerio de Salud. Se critica la cultura de inacción y las numerosas comisiones que no resultan en soluciones concretas. Además, se mencionan otras tragedias en el país, como el caso de Cromañón y el ataque a la AMIA, donde los responsables no enfrentan justicia. El autor también señala algunos avances en la justicia, como la condena de la expresidenta Cristina Fernández por corrupción, así como la sentencia a un abusador, subrayando la importancia de la rendición de cuentas y la justicia efectiva en la sociedad. TRANSCRIPCIÓN COMPLETA: Me tomo un minuto como todos los días. Ayer veía en el Congreso de la Nación que se aprobó en diputados un pedido de informes por el tema fentanilo, y decía que falta de respeto, ¿no? Primero a los fallecidos, 96, y a sus familiares, porque necesitamos menos comisiones, menos charlas, menos supuesta investigación y necesitamos más acción. Menos supuesta investigación y más acción, porque ya estamos cansados de ver tantas comisiones para esto, para lo otro, con tan escaso resultado, ¿no? Y me parece que a esta altura, cuando uno dice fentanilo, tiembla en la Argentina. Hay dudas en las investigaciones, hay inacción por parte de la ANMAT, porque no pueden decirnos qué pasó hace seis meses y por qué no advirtieron y lograron tener un segundo resultado tan catastrófico. Hay dudas también porque el juez es familiar de un ministro de salud. Tal vez no tenga absolutamente nada que ver en la responsabilidad, pero hay una superposición de intereses en esta situación y cuando hay algo de por medio, un sentimiento, un vínculo, mejor apartarse y dejar que otro esté atento a la situación. Pero repito, me parece que necesitamos menos comisiones y más acciones, y menos inacción por parte de un organismo que hasta ahora era muy creíble en la Argentina como el ANMAT. Yo hacía un repaso en las últimas horas cuando me decían: 'no empieza la comisión y ahora vamos a investigar', y ¿qué le decimos a la familia de los 96 muertos? Porque en la Argentina tenemos un sinfín de tragedias que se podrían haber evitado y que casi siempre son por inacción o por corrupción, y no le damos ninguna explicación a quienes quedan vivos, porque lamentablemente las supuestas tragedias en la Argentina, digo 'supuestas' porque una cosa es que algo suceda desde el infortunio y otra cosa es algo como consecuencia de la falta de control o como el exceso de corrupción. Pero, ¿quién le explica a los 96 familias de los fallecidos por fentanilo qué pasó, que fueron a un hospital a buscar salud y salieron muertos? ¿Qué le explicamos al papá de un bebé que le aplicaron fentanilo y tendrá que hacerse controles de por vida porque el chiquito, con una fuerza estoica, se salvó de casualidad? ¿Qué le explicamos a la familia de los 52 muertos en un hecho de altísima corrupción, el tren Sarmiento en Once? ¿Qué explicamos a los familiares y a los amigos de las víctimas del AMIA cuando ahora va a ser investigado un gobierno, el de Cristina Fernández, por un supuesto memorándum con Irán donde había connivencia con los iraníes que son los que volaron la AMIA? ¿Qué les explicamos? No hay un solo preso. ¿Qué explicamos a las personas que murieron injustamente en la embajada de Israel de sus responsables? ¿Qué explicamos a todos aquellos que una noche fueron a divertirse a Cromañón y salieron en lo que fue una de las tragedias más graves de la Argentina de los últimos tiempos? ¿Cuántos presos hay? ¿Cuántos responsables hay? ¿Cuántas personas perdieron su patrimonio devolviendo el daño brutal que hicieron sin poder devolver una vida, pero haciéndose responsables de la parte civil? Me parece que en la Argentina hay demasiado festilindo, como les digo casi siempre, en cuestiones de responsabilidad y no quiero que el fentanilo sea un caso más. No quiero que sea otra vez la tragedia de Once, no quiero que sea la tragedia de Lapa en su momento, no quiero que sea un Cromañón sanitario donde no hay un solo preso y donde no hay una persona responsable. A mí me importa un bledo si los dueños del laboratorio, si el juez, si el no juez, si es hermano, si no es hermano, si los del ANMAT. Hay que dar la cara y hay que dar explicaciones. La gente del ANMAT no habla, el ministro Lugones no habla. Bueno, hay que obligarlos a que hablen porque son funcionarios públicos, no son monarcas. Están de casualidad en un cargo y si no están en condiciones de llevarlo a cabo y no pueden ni siquiera enfrentar una rueda periodística para explicar lo inexplicable, que se vayan. Por inútiles o por ineptos, pero que se vayan si no están en condiciones de dar una explicación, porque se ha tomado, y se los dije ayer, la costumbre en la Argentina: 'de este tema no hablo'. Ministro Lugones, hay que hablar y hay que explicarle a la familia de los 96 fallecidos qué fue lo que pasó, y si no le gusta, ponga un vocero y si no tiene un vocero o alguien en condiciones, dé un paso al costado. Maneja un ministerio o una secretaría, cosa que me importa muy poco, de salud y hay que estar a la altura de las circunstancias y hay que tener una corriente de empatía con la gente. No se puede ser tan frío, no se puede ser tan cruel de no dar ningún tipo de explicación por los que murieron y por cualquiera de nosotros que puede tener un evento de salud y terminar en una sala de terapia intensiva donde necesitemos un respirador y donde tengan que aplicar fentanilo y donde no sabemos si salimos vivos o muertos de la institución. Tema 2, justicia. Hablando de tanta injusticia, qué país donde nos acostumbramos a ver siempre una justicia lenta, una justicia retrasada, una justicia muchas veces con demasiadas instancias que hacen que, salvo que uno tenga una muy buena salud, pueda haber el resultado final. Acá muchos responsables de corrupción en la Argentina se fueron sin dar ningún tipo de explicación porque lo salvó Dios. En la política, ni que hablar en el fútbol, ¿cómo se salvó? Si no, estaría preso hoy. Pero me parece que con eso no alcanza. Me parece que necesitamos que los responsables paguen aquí con nosotros y que puedan saldar los resultados para con las víctimas. Y creo que no es un año más en materia de justicia porque nosotros siempre descalificamos a la justicia, siempre estamos en desacuerdo con los tiempos, con la lentitud, con las mil instancias, con que en los años electorales no se falla, con que los beneficios son muy pocos para las víctimas y mucho para los responsables, que hay muchas domiciliarias, que hay muchas cosas que están mal. Pero me parece que hay dos acontecimientos este año desde el punto de vista justicia que hay que sacarse el sombrero porque marcan un precedente para la sociedad argentina. Que, viendo estos casos, tal vez tenga que contenerse en el presente y en el futuro a llevar a cabo acciones parecidas. Uno es en la Argentina de hoy y con la justicia de hoy tener a una expresidenta presa por corrupta, nada más y nada menos. ¿Alguien se iba a imaginar esto en la Argentina? No, no que la vuelta, no que el poder, no que los hilos, no que la corte, no que no sé qué cosa, no que en tiempos electorales. Cristina Fernández está presa por corrupción y fue condenada en todas las instancias posibles porque la justicia probó en todas las etapas que parte de la fortuna de esa familia proviene de la corrupción. Impensado para esta Argentina y ayer tuvimos otro hecho que no es corrupción, pero que es violencia, que es ataque, que es violación. Y es el caso de Julieta Prandi que se transformó en un caso también muy público y muy notable por su popularidad, por ser una mujer de los medios, por ser una mujer muy fuerte. Pero ayer la justicia también demostró y quedó muy claro que, más allá de no hacerse pericias psicológicas, que más allá de ser el vivo del mundo, que más allá de tener mil y una estrategias y creer que todo queda en cuatro paredes, ayer la justicia con este señor Contardi demostró que este tipo de cosas se pagan y con mucha severidad, con 19 años de condena por ser un abusador y por demostrarle a toda la sociedad argentina que una persona, casada o no, cuando dice 'no', es 'no' para siempre. Y lo quería marcar porque, si bien son hechos tan distintos, uno afecta directamente a un país, porque la corrupción se lleva absolutamente todo y donde hay un chico con hambre y donde hay un jubilado a 300 lucas y donde hay un genio del Garrahan que ayer se para una siamesa, pero cobra un palo por mes y lo tratan como un mendigo, uno dice: 'che, lo que es la corrupción y lo que hizo la corrupción en la Argentina, estamos como estamos'. Pero, por otro lado, también el convencimiento de otros jueces, otros juzgados, otros casos, temas de familia que se resuelven como se resolvieron el día de ayer con argumentos ejemplares para poder vernos todos los argentinos en espejos y decir: 'che, guarda, porque tal vez ahora si la pifio en mi vida personal tengo esto y si la pifio en mi tarea pública si soy funcionario termino de este modo'. Cosas para destacar, cosas para marcar, impensadas en otros momentos de la Argentina, pero un año 2025 con hechos totalmente antagónicos en distintos extremos, en distintas circunstancias, porque uno es choreo y otro tiene que ver con violencia, tiene que ver con intimidad, en ambos casos la justicia demostrando que hay justicia en la Argentina, que cuando se quiere se investiga, cuando se quiere se trabaja, cuando se quieren los tiempos que parecen eternos se transforman en tiempos normales y donde hay culpables y donde hay inocentes. Dos ejemplos importantes para remarcar, para subrayar en una justicia que nos parecía increíble hasta hace muy poco tiempo y que hoy, aún faltando muchísimas, muchísimas cosas, el caso del fentanilo es uno muy saliente de estas horas, nos permite creer que hay un camino diferente, que hay un espacio distinto para confiar y para ver cómo los responsables tienen que pagar los daños brutales que hicieron. Ojalá que esto sea no solamente hechos puntuales, sino que sea el común denominador, porque toda sociedad crece, entre otras cosas, con buenas acciones. Menciones: _EDITORIAL
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