![]() Niall Ferguson "Este cambio de régimen condena al peronismo y al kirchnerismo al tacho de basura de la historia" José Del Rio Es uno de los referentes globales del pensamiento liberal clásico y califica el momento de la Argentina como "milagro"; asegura que lo que Milei logró en un año a Margaret Thatcher le "demandó diez en la década de los 80"; por qué es optimista de cara a lo que viene en el país El panorama es muy positivo si mantienen el rumbo político y conducirá a una era de prosperidad que la Argentina no ha conocido en un siglo". La frase corresponde a Niall Ferguson, uno de los principales referentes globales del pensamiento liberal clásico y un historiador que completó el miércoles su sexta visita al país. Aquí participó de un encuentro a puertas cerradas con el presidente de la Nación, Javier Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo, y sus referentes de la cartera además de Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá, a quien conoce de los tiempos de Harvard y es parte de su junta directiva. "Me opuse al socialismo durante toda mi vida adulta, vi sus efectos en Escocia cuando era chico y en la Unión Soviética y Alemania Oriental, donde no solo el socialismo, sino sobre todo el comunismo, causaron muerte, pobreza y falta de libertad. Así que siempre estuve de acuerdo con que es la raíz de todos los fracasos", dispara. Durante años utilizaba a la Argentina en sus clases como el remate de todos los chistes sobre economía por las políticas populistas y de intervencionismo, en cambio ahora se muestra fascinado por el rumbo que tomó el país. En un mano a mano exclusivo con LA NACION describe las razones por las que cree que esta vez el devenir económico será distinto y cuáles son las razones porlas que se refiere al país como "un milagro" en este nuevo mundo. -¿Se puede arreglar una economía que está rota? -Sí, se puede. Yo crecí en el Reino Unido en la década de 1970 y, por entonces, mi país parecía quebrado. Y, milagrosamente, Margaret Thatcher pudo arreglarlo. Así que puedo atestiguarlo. Por supuesto, la Argentina tiene la reputación de ser la economía más quebrada del mundo, y por lo tanto el desafío parece un poco más difícil. Pero lo que he visto desde que Javier Milei fue elegido presidente a fines de 2023 es un milagro económico. De hecho, es más impresionante que lo logrado por Thatcher y en un lapso más corto. Así que venir a Buenos Aires es ver cómo la economía más quebrada está logrando un milagro económico. Es muy notable. -¿Cuántas veces estuvo aquí? -Creo que vine a la Argentina unas seis veces, la primera vez cuando estaba escribiendo The Ascent of Money (El ascenso del dinero), creo que en 2006. No pretendo ser un experto, pero he reflexionado profundamente sobre la historia de este país, y, para un historiador económico, la Argentina es uno de los mayores enigmas, quizás el mayor enigma de la historia económica. Porque cuando uno viene a Buenos Aires se nota que este fue un país muy rico, uno de los más ricos del mundo, hace apenas un siglo. Y parecía lleno de promesas. Entonces el misterio es qué salió mal, y, si uno puede desentrañar eso, entonces empieza a ver lo que puede salir bien. -Hace poco usted escribió un artículo titulado "El milagro creado por Javier Milei". ¿Cuáles son sus argumentos? -Bueno, mirando hacia atrás, cuando Milei fue elegido, la economía estaba al borde de la hiperinflación, que es una de las peores cosas que pueden pasarle aúna economía. La economía argentina se estaba achicando, su desempeño en comparación con sus pares en Sudamérica había sido pésimo y tenía un interminable historial de crisis financieras, solo con períodos ocasionales de efímera prosperidad. Entonces, hay que recordar que el punto de partida era muy peligroso, con una moneda nacional al borde del colapso total. Y lo más importante que ha hecho el Presidente es entender que había que recuperar la credibilidad fiscal del país. E hizo algo asombroso, que fue reducir a cero un déficit fiscal, que cuando llegó rondaba el 5% del PBI. Equilibró el presupuesto, y lo hizo en su primer año. Para hacer eso mismo, Thatcher tardó diez años en la década del 80. También había un enorme excedente monetario que había que manejar y una extraordinaria maraña de regulaciones que estaba estrangulando la economía, que se remontaba a través de años y décadas de políticas peronistas. -¿A qué se refiere concretamente? -Lo que vimos en la Argentina en 2024 fue lo que el economista Tom Sargent, ganador del Premio Nobel hace solo unos años, calificó como un "cambio de régimen". No cambió solo la política fiscal, ni solo la monetaria: Milei cambió casi todos los aspectos de la política económica del país. Y la mayoría de los economistas del establishment dijeron que eso provocaría una contracción catastrófica, que se produciría una enorme caída de la economía y habría alto desempleo. Y eso no sucedió. Por el contrario, de hecho, la economía creció. Si contás los primeros 12 meses de su presidencia, en realidad la economía no se redujo. Creció. -¿A qué lo atribuye? -Milei tiene una comprensión muy profunda de la economía, es sumamente leído en la materia y ha llegado a la posición radical del libertarismo. Creo que él, más que nadie que haya ocupado la presidencia en cualquier parte del mundo, está comprometido con la idea del libre mercado y de un Estado mínimo, el Estado más pequeño posible. Y debido a esa profunda convicción, ha asumido riesgos que otros presidentes reformistas anteriores simplemente no podían tomar. A los presidentes anteriores les decían que era imposible reducir cinco puntos porcentuales de déficit fiscal en un año, que ni lo intentaran. Pero, gracias al coraje de sus convicciones, hizo lo que casi todos dijeron que era imposible. -¿Cuánto ayuda la opinión pública? -Los argentinos, especialmente los más jóvenes, ven que este hombre radical tiene el coraje de sus convicciones, que no tiene miedo, hace campaña contra los intereses establecidos, lo que él llama "la casta", que eran los que se beneficiaban con el peronismo mientras la gente común salía perdiendo. Y creo que lo notable no es solo el éxito económico -porque de alguna manera eso es inherente a la teoría de la economía clásica: si pasás al libre mercado, las cosas mejoran-, sino que lo realmente impresionante es su éxito político, porque en casi todos los casos que puedo recordar, cuando un gobierno ha intentado hacer un cambio tan drástico, algo que podríamos llamar terapia de electroshock, el resultado suele ser que se vuelve rápidamente impopular y, por lo general, marca el fin de ese gobierno. Así que Milei también ha logrado algo que es políticamente milagroso, con medidas profundamente drásticas y sin perder popularidad. -¿Cuáles son las advertencias que avizora? -Creo que él las ve y también sus asesores. Ven que todavía hay opositores políticos, incluso dentro del Congreso, que quisieran debilitar el ajuste fiscal. Y por eso él es bien consciente de los desafíos políticos que le quedan por delante. También hay cuestiones técnicas que tienen que ver con el tipo de cambio, que obviamente son motivo de preocupación. Pero comparando esos desafíos con lo ya logrado, creo que las perspectivas son prometedoras. ¿Qué tiene para proponer la oposición, los peronistas? No pueden hacer campaña diciendo: "Volvamos a la inflación del 200% porque esto es terrible. Volvamos al crecimiento negativo porque el crecimiento es malo". Así que incluso considerando esos problemas, la oportunidad para la Argentina es realmente enorme, porque si sigue por este camino puede lograr el tipo de crecimiento sostenido que no ve desde hace un siglo. -¿Por qué cree que la política siempre es algo independiente, diferenciado de la economía? -Está la famosa frase de Milton Friedman, cuando dijo que la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario. Y he pasado mi carrera argumentando que eso es cierto hasta cierto punto. Pero detrás de los errores en política monetaria suele haber un consenso político a favor de políticas inflacionarias. Ahora bien, es fácil encontrar gente que apoye el aumento del gasto público y es fácil encontrar gente que no quiera pagar impuestos. Acá la verdadera clave es la política frente a la inflación. Lo que Milei ha logrado es crear una coalición de apoyo para precios bajos y estables, un presupuesto equilibrado, y soluciones de mercado libre. Y esa es la clave aquí. Creo que la mayoría de los argentinos quiere crecimiento, soluciones de mercado, presupuesto equilibrado y estabilidad de precios, pero han estado fuera del poder durante décadas. -Pero también hay quienes se benefician con la inflación... -El gran éxito de Milei, creo, ha sido superar estratégicamente a quienes se benefician con la inflación. Y eso incluye a la oposición política, a los sindicatos, a sectores de la sociedad civil y a las empresas que durante décadas de peronismo sacaron provecho de las trabas a la competencia. Así que lo maravilloso de Milei es que hace surgir un nuevo consenso político con el apoyo de los jóvenes. En pocos lugares en el mundo a los jóvenes los atraen las soluciones libertarias unidas a políticas de equilibrio presupuestario. Eso es muy especial. Eso muestra que el Presidente no solo entiende intelectualmente el problema, sino que también sabe cómo entusiasmarlos. No les da conferencias sobre las teorías de Friedman, sino que usa las redes sociales para transmitir su energía, para comunicar que es un radical con la audacia para cambiar el sistema. Eso es algo de lo que mucho políticos conservadores y liberales de todo el mundo deberían aprender. -¿Cuáles son los mayores desafíos políticos que enfrenta para sostener estas reformas? -Por supuesto que tiene un partido relativamente nuevo sin mayoría en ninguna de las dos Cámaras, así que depende de los votos de otros partidos. Es vital que evite la aprobación de proyectos que aumentan el gasto público y comprometen el equilibrio fiscal. Así que es extremadamente importante que en las elecciones de mitad de término gane apoyo suficiente para que sus vetos no sean anulados por legisladores de la oposición. Esa es la primera parte, pero también tiene que hacer más, porque este es apenas el inicio de las reformas. Está claro que la Argentina necesita una drástica reforma tributaria, que es terriblemente ineficiente, con altos impuestos y elevada evasión, y también necesita una reforma del mercado laboral, y para eso también necesitará votos. -¿Qué obstáculos detecta? -Los mayores obstáculos a la continuidad de su milagro económico son políticos y todo dependerá de si Milei y sus asesores son tan hábiles políticamente como lo son en lo económico. No veo demasiadas amenazas externas para lo que está haciendo: el FMI apoya y Trump es un gran fan de Milei, así que Estados Unidos también apoya. Todo depende de la oposición interna y si Milei puede ganarle. Las encuestas muestran apoyo popular y un mandato de continuidad. Si logra un segundo mandato, este milagro económico puede llegar muy lejos, para que la Argentina deje de ser ese desastre económico proverbial que vivía de crisis en crisis y se convierta en un modelo no solo sudamericano, sino mundial. -Pero hay problemas que subsisten. -Los problemas de la Argentina (inflación, deuda pública) no son exclusivos del país. En la Argentina se dieron de manera extrema (inflación extrema, déficit extremo), pero otros países enfrentan su propia versión de esos mismos problemas. Un éxito en la Argentina le mostrará al mundo que es posible reducir un Estado inflado, reducir el peso del Estado sobre la actividad económica y liberar el espíritu emprendedor, que ya se ve en la nueva generación de empresas. Estoy asombrado de la cantidad de empresas nuevas que están surgiendo. Los jóvenes ya no huyen del país. Es realmente emocionante. -Usted dijo también que se está logrando algo que debería alegrar a cualquier economista clásico... -Bueno, para alguien como yo, que creció leyendo a Adam Smith y cree en las ideas de libre mercado, hoy no hay muchos lugares del mundo que sean causa de alegría. Ni un gobierno conservador como el de Trump parece comprometido con el libre mercado. En Europa se habla de política industrial para ser como China, así que hay pocos gobiernos que apliquen soluciones de libre mercado que a mí me parezcan convincentes. De hecho, algunos países, incluido el mío, parecen decididos a repetir los errores de los 70: bajo crecimiento, inflación y las finanzas públicas en déficit permanente. Que la Argentina tome su propio camino, que apunta a un presupuesto equilibrado, a bajar la inflación, lograr estabilidad y, por sobre todo, que busca soluciones de libre mercado que liberen el potencial emprendedor, es muy esperanzador. Porque no hay casi ningún país del mundo que esté tomando ese camino y, si llega a funcionar, y yo creo que ya está funcionando, entonces el resto del mundo tendrá que reconocer que las ideas de Adam Smith, las ideas de la economía clásica, siguen vigentes. -¿Cómo analiza al gobierno peronista anterior y su tasa de inflación? -La Argentina evitó por poco la hiperinflación, y Milei y sus ministros no reciben suficiente crédito por haber lidiado con esa emergencia nacional. La moneda estuvo a punto de colapsar. Y no solo era el enorme déficit, sino el enorme excedente monetario, que, si tomaban la decisión incorrecta, pudo haber estallado en hiperinflación. La situación era muy peligrosa y hay que condenar al gobierno anterior por haber llegado a esa debacle. -¿Qué balance hace de la era kirchnerista? -Cuando vemos el historial de la ‘era Kirchner’, me parece que constituye una acusación central contra el peronismo: que el gobierno debería ser responsable de la economía, que debe elegir ganadores, que debe tener favoritos, que debe haber vasos comunicantes entre el gobierno y los negocios privados, lo cual desemboca en corrupción crónica, algo que se remonta a los orígenes del peronismo. Hoy, la Argentina dice que esa era terminó: no volveremos a un modelo que nos empobreció. Miremos cómo ha caído la pobreza desde que entraron en vigor las políticas de Milei. Como decía, esto es un auténtico cambio de régimen que condena al peronismo, y especialmente al kirchnerismo, al tacho de basura de la historia argentina. -¿Cree que Milei puede tener éxito donde Macri no lo tuvo? -Las ideas de Macri eran las correctas, pero le aconsejaron ser gradual y cauteloso, no ir demasiado rápido ni tomar riesgos drásticos. Entiendo que lo hizo por los consejos que recibió. Lo importante que hizo Macri es demostrar que el gradualismo no sirve: hacen falta reformas drásticas y revolucionarias en los primeros 100 días de gobierno. Tal vez sin esa prueba fallida de gradualismo, no hubiera sido posible llegar a la solución radical de Milei.* "La Argentina es uno de los mayores enigmas, quizás el mayor enigma de la historia económica" "El gran éxito del Presidente fue superar estratégicamente a quienes se beneficiaban con la inflación" "Milei logró algo que es políticamente milagroso: con medidas profundamente drásticas, no perdió popularidad" "Los peronistas no pueden hacer campaña diciendo volvamos a una inflación del 200% porque esto es terrible" Mini Bío El historiador que bromeaba sobre la Argentina en Harvard Niall Ferguson es un reconocido historiador y escritor británico. Cuenta con una maestría en Historia, un doctorado en Filosofía y fue honrado con el título de Fellow of the Royal Society of Edinburgh (FRSE), que se otorga a aquellos especialistas que adquirieron el estatus de eminencia en su campo de estudio. Autor. Escribió 16 libros, entre los que se destacan: The Pity of War: Explaining World War One, The ascent of money y Kissinger: 1923-1968: The Idealist Visitas al país. En las últimas décadas visitó la Argentina en seis oportunidades y dice que nunca encontró una realidad como la que vivió durante esta última estadía, en la que participó el último miércoles de un encuentro a puertas cerradas con el Presidente de la Nación, el ministro de Economía y su equipo. También junto a Pierpaolo Barbieri, historiador y fundador de Ualá, en la que Ferguson es parte de la junta directiva y con quien tiene relación desde hace años. "Nos conocimos en Harvard cuando él era mi alumno y me pidió que dejara de hacer chistes sobre la Argentina en mis clases. Yo le dije que no podía, porque la Argentina era el remate de casi todas los chistes sobre economía. Pero le dije que lo intentaría", describió. Liberal. Es uno de los principales referentes globales del pensamiento liberal clásico. Está casado con la activista Ayaan Hirsi Ali y es padre de cinco hijos.
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