![]() Campaña en modo Milei: mejor que prometer es vetar Francisco Olivera similada ya la derrota en el Senado con tres leyes que obligan a su- bir el gasto, y más allá de los intentos por disimularla, en el Go- bierno son conscientes de que han entrado en una situación límite que deben resolver. El equilibrio fiscal es la piedra angular del modelo y todo lo que lo comprometa pone en ries- go el programa entero. La primera reacción, que no llegó a trascender, surgió cuando todo ya se daba por descontado y en el área de Santiago Caputo. El asesor se de- dicó a acotar los daños, empezando por lo que "la Libertad Avanzan Ilaman "la narrativa" del problema. Es decir, capitalizar discursivamen- te el revés legislativo. Que sirva al menos como argumento de campa- ña: hay que mostrarle al electorado, principalmente al independiente, que en una situación normal iría a alternativas ideológicas afines, que la amenaza de la Argentina gastado- ra-inflacionaria no está despejada y que el oficialismo necesita ese voto. Principio de revelación. La paradoja de la debilidad, una figura eficaz que Milei inauguró con su primer megadecreto, el 70, y que está constatada en los sondeos. Es pronto aún para medir los efectos de las leyes de esta semana, pero encuestas recientes le permiten al Gobierno inferir que hay una parte importante del electorado para la que un eventual aumento en el ries- go país o la volatilidad cambiaria serían, si se concretaran, responsa- bilidad de la oposición. El Presidente lo planteó en esos términos el miércoles, horas antes de la sesión del Senado, durante una entrevista con Luis Majul, cuando acusó a los gobernadores de querer arrruinar el programa económico, y completó la idea anteanoche, en el aniversario de la Bolsa, con una crítica al Congreso entero: "Nido de ratas, esa madriguera inmunda de degenerados fiscales", lo definió. En el mercado no asustan estas so- breactuaciones. Al contrario. Las dos bajas más abruptas y pronunciadas en el riesgo país fueron el año pasa- do, luego de dos vetos presidenciales a leyes apoyadas con multitudes en las calles: la de movilidad jubilatoria y la de financiamiento universitario. "En esta casa valoramos su defensa ferrea del equilibrio de las cuentas de la Nación incluso pagando altos costos políticos -le agradeció ese noche Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa-. Aunque a veces usted juega a fondo y al límite, nunca dejó de valorar la institucionalización y la división de poderes". El cuidado de la narrativa oficial incluye todo. Desde posteos triunfa- listas en las redes hasta bombas de humo como la pelea pública con Vic- toria Villarruel. "Que el tema no se 'derrota', fue la consigna. Ayer por la mañana, Luis Caputo, ministro de Economía, se ocupó personalmente del tema en su cuenta de Twitter. "El periodismo tradicional habla de la "derrota' de ayer (por el jueves) con frases como: 'Duro revés para el Go- bierno', 'Golpe autoinfligido', 'torpe- za política', etc. Permítanme disentir y decir que lo de ayer es lo mejor que pudo haber pasado", posteó. Pero lo que viene excede el univer- so de las palabras. ¿Están los votos para sostener el veto a las leyes? El Gobierno debe negociarlos en pleno armado de listas. La primera noveda- dad de esta urgencia es que atenuó la interna entre el sector que encabe- z za Santiago Caputo y el que, bajo el liderazgo de Karina Milei, integran Martín y Eduardo "Lule" Menem. Dicen en la Casa Rosada que fue al- go notorio. Que Guillermo Francos se puso enseguida en contacto con Caputo y que, con la aprobación de los Milei, empezaron a delinear la estrategia. Ayer, en la Bolsa, el Pre- sidente elogió en público a Francos. El jefe de Gabinete deberá conven- cer a Pro, que tiene 9 diputados que votaron la semana pasada contra el Gobierno, pero principalmente a los gobernadores. "Hace tres semanas que ellos mandan señales de humo y hacemos como si nada", dicen en La Libertad Avanza. ¿Cuánto está dis- puesto a ceder ahora la Casa Rosada? Segundo misterio. Es cierto que Milei tiene un estilo anticíclico y que hasta parece sentirse cómodo con lo impulsar. Un político tradicional no haría nunca campaña con una motosierra. Ni sale de un cepo seis meses antes de una elección o, como ahora, anticipa el veto y les permite a los opositores levantar la mano sin pagar costos. Pero negociar es siem- pre entregar algo. Vendrán seguramente nuevos episodios de batalla cultural. Hay uno inminente en la ex-ESMA, don- de el Gobierno prevé que funcione el nuevo sistema acusatorio. Julio Piumato ya anticipó que su gremio ocupará oficinas donde hubo detenciones clandestinas. Será una discusión de mutuo beneficio. Para Milei, entretenimientos de campaña mientras aguarda que una nue- va conformación parlamentaria le permita avanzar sobre lo más difícil, la verdadera batalla cultural, que es la reconversión económica de la Ar- gentina. Un país viable. Si eso llega, Ilevará tiempo. "Ahora empieza el verdadero desafío, el debate micro- económico", dijo ayer Gabbi. El contexto coincide con movi- mientos empresariales significati- vos en la Argentina y el mundo. Hay grupos internacionales que han de- cidido irse o desinvertir y eso repre- senta al mismo tiempo una opor- tunidad para hombres de negocios afinnes con el nuevo modelo o con ganas de reconvertirse. Si hay ven- dedor es porque hay comprador. Carrefour, por ejemplo, acaba de darle al Deutsche Bank un manda- to de venta y, según publicó en este diario Alfredo Sainz, entre los inte- resados hay empresarios del propio sector: La Anónima, de la familia Braun, y el grupo GDN, que enca- beza Francisco de Narváez y que hace poco se quedó con Walmart. Pero han trascendido también evaluaciones con otro expertise. No descartan estudiarlo ni Mer- cado Libre ni el fondo Inverlat In- vestment, de Carlos Giovanelli, Da- mián Pozzoli y Guillermo Stanley, que incluiría en el negocio a Rubén Cherñajosky, de Newsan. Inverlat tiene de asociarse con Cherñajo- sky en eléctricas del Noroeste y la Patagonia, donde también se sumó el grupo Neuss, de muy bue- na relación con Santiago Caputo. El escenario tampoco es el de los 90, porque también el mundo está en otra cosa. De ahí la valoración que el mercado le da al respaldo de Trump, a punto de permitir que, a diferencia de Brasil, la Argentina obtenga exenciones de aranceles para el 75 u 80% de sus exportacio- nes a Estados Unidos. ¿A cambio de qué? No está claro porque las con- versaciones, que ya obligaron a tres viajes de funcionarios argentinos a Washington en los últimos 45 días, no concluyeron. Hay empresarios atentos a la cuestión. Y unos cuan- tos perturbados. ¿Aceptará el Go- bierno, por ejemplo, la recomen- dación norteamericana de derogar una resolución de 2012 que aplica criterios de patentamiento para medicamentos y que sustenta gran parte del negocio de los laboratorios argentinos? Es un tema explosivo. Y muy relevante para Federico Sturze- negger, autor de un borrador de de- rogación que quedó en un cajón del Ministerio de Salud, que conduce Mario Lugones. Habría que ver qué piensa al respecto el canciller Ge- rardo Werthein, otro de los puntos de contacto con las farmacéuticas. Tiene lazos familiares con los Siele- cki y de amistad con Hugo Sigman. Lugones evalúa qué hacer. De esas decisiones dependerá el modo de hacer negocios de un país al que no le sobra nada y que, si le gana a la inflación, deberá habi- tuarse a márgenes de rentabilidad más acotados y acordes con los del mundo. "Vamos a tener que estudiar muy bien los costos", dijo uno de los interesados en Carrefour. Es lo que pasa cuando se trabaja con recursos propios, y en general en lugares en los que una ley no pone en riesgo el programa entero. • Menciones: ejescolumna
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