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10/06/2025 09:38 Rivadavia - Vamos Rivadavia
Editorial de Nelson
Nelson Castro - Conductor
La mañana del martes ya se va acercando al invierno de forma inexorable. Acá estamos, siempre con buen humor y espíritu deportivo, con todo el equipo. Una mañana, por supuesto, muy intensa. Recordemos que hay paro de pilotos de Aerolíneas Argentinas, así que para quienes aún no lo sepan y tengan que viajar, sepan que no van a poder hacerlo por Aerolíneas.
Y, por supuesto, la mañana está muy marcada por la expectativa generada en relación al fallo contra Cristina Fernández de Kirchner. Porque nadie lo dice explícitamente, pero la atención gira inexorablemente en torno a Cristina Fernández de Kirchner.
Vamos a estar hablando de todo esto con Claudio Saboy y, por supuesto, también con Alejandra, sobre economía. Mientras tanto, está la presencia del presidente de la república de Israel. Y bueno, por supuesto, tenemos también a la selección argentina; María Eugenia nos va a traer todo el espectáculo.
En medio de estas realidades, lo que nos sigue impactando es el caso de Tiago, el chico asesinado por una bala perdida de un policía que se defendía de ladrones, y los debates que esto genera.
También, por supuesto, las cosas que nos pasan todos los días. En medio del tema del sarampión, con un brote importante que nos obliga a prestar atención. Pronto vamos a hablar con un protagonista para ilustrar lo que está pasando en el mundo: tanto en Medio Oriente como en Ucrania, y también sobre lo que ocurre en Estados Unidos con las redadas contra inmigrantes, que generan una situación de enorme tensión y que parece extenderse.
Esto es lo que estamos viviendo y será la temática de nuestra mañana.
En este contexto, la reflexión editorial tiene que ver con las horas que se están viviendo, conectadas al presente y futuro de Cristina Fernández de Kirchner. Ayer estuvo realmente activa en la Cámara de Diputados, con un discurso bastante desangelado. Una de las cosas que se nota es que Cristina ha perdido ese punch que tenía antes en su discurso, producto de una realidad claramente adversa. En esta búsqueda tan desesperada por generar protección política, se evidencian las debilidades de su discurso y de su exposición.
Su situación judicial es tan evidentemente débil que apela constantemente a lo político. La movilización, el PJ, la recepción a los senadores, las manifestaciones... Nada va a cambiar el destino de una situación judicial muy penosa.
Pero, viéndola ayer, Cristina Fernández de Kirchner repite siempre lo mismo: usa el poder que le queda para su beneficio. Es tan poco claro lo que le queda que intenta usar al Partido Justicialista para su defensa. Y, más allá de que la CGT organice marchas, espontáneamente son grupos pequeños de gente los que la apoyan hoy.
Porque claramente hay dos ideas: primero, que Cristina es el pasado, y ese pasado fue un fracaso. Este es un punto importante. Cuando quiere disfrazar su situación judicial, habla de los logros, pero omite por completo sus fracasos, empezando por el último gobierno, que por eso no ganaron las elecciones. Si el gobierno hubiera sido exitoso, hubieran ganado. Si no hubieran dejado una inflación del 250%, hubieran ganado.
Entonces, el primer punto es ese. Si su situación electoral fuera tan fuerte, no sería candidata a diputada provincial por la tercera sección electoral. Esto es algo nunca visto en Argentina. Argentina no tiene un sistema de votación por circunscripciones; si un diputado gana en un lugar, gana para toda la provincia. Si Cristina fuera tan potente políticamente, habría sido candidata a presidenta. ¿Por qué no fue candidata a presidenta? Porque sabía que no ganaba. ¿Por qué no es candidata a diputada o senadora nacional? Porque sabe que no gana.
Esta es la realidad: su caudal de votos no le alcanza.
Y es interesante porque Cristina ahora apela a la unidad. Dice que se necesita la unidad del PJ, de todo... ¿Quién ha atentado contra la unidad del PJ? Cristina. Está peleada con Kicillof, porque quiere manejar la provincia y las candidaturas, y Kicillof se le plantó.
Entonces, insisto, es interesante (en el sentido de que muestra sus mentiras y contradicciones): habla de unidad, pero no hace nada para lograrla, porque todo pasa por ella.
Y su épica de ser presa digna no se sostiene. Si fuera tanta dignidad, no estaría haciendo tanto lío. Si está protestando, es porque no es tan digno ir preso.
Otra mentira de su discurso, que es inconsistente y cada vez más. Por eso, se ve que la gente empieza a dudar.
Cristina apela a la idea de ser víctima de persecución política, pero los gobiernos fueron malos y por eso la gente la castigó en las urnas. No ganó, perdió en 2017, perdió en 2013, y no fue candidata en 2019 porque sabía que iba a perder.
Esta idea de persecución política está presente en muchas partes, pero la política muchas veces usa esa narrativa para disfrazar delitos y buscar impunidad.
Además, cuando Cristina se compara con Perón, la realidad es distinta. Perón fue derrocado y juzgado por una corte no constitucional. Esta corte actual es constitucional, con miembros votados por el Senado, donde hay peronistas. Jueces como Rosatti y Rosenkrantz fueron aprobados durante gobiernos kirchneristas. Incluso jueces nombrados últimamente son afines a Cristina, como Boiko, un camarista federal que fue su abogado.
Así que su situación es indefendible, lo único que le queda es hacerse la mártir política.
Curiosamente, no le conviene al gobierno que Cristina compita electoralmente. Cuando aparece Cristina, mucha gente duda y opta por votar a otros.
Esta es la realidad que vivimos. Ojalá que el fallo frene esta idea de que el poder es sinónimo de impunidad.
¿Por qué Cristina quiere ser candidata y no quiere ir presa? Porque hay un fenómeno de dignidad propia, o más bien de estrategia política, como dijo Menem: "quien fue papa no puede ser después obispo".
Un dato importante: la condena principal contra Cristina se produjo durante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina. No fue una condena surgida en gobiernos de Milei o de otros. Esto habla bien de los jueces y descalifica la idea de que hubo una persecución política desde gobiernos opositores.
Me tomé estos minutos porque es muy fácil desmentir las mentiras de Cristina. Son tan evidentes, tan burdas, tan constantes...
El kirchnerismo y Cristina han hecho de la mentira su dogma. Y hasta ahora les fue bien: Cristina fue dos veces presidenta, vicepresidenta, senadora...
Es una moraleja triste: mintiendo les fue bien por mucho tiempo. La gente les creyó, sacaron el 54% de los votos.
Me recuerda la frase de Abraham Lincoln: "Se puede mentir a todo el mundo por algún tiempo, Se puede mentir a alguna parte del mundo todo el tiempo, Pero no se puede mentir a todo el mundo todo el tiempo."
Y eso es lo que está pasando ahora.
Menciones:
_GLOBAL_EDITORIALES
#26131970 Modificada: 10/06/2025 11:33 |
Duraci�n del audio: 15' 53"
Cotización de la nota: $34.806.419
Audiencia: 87.385
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