![]() Editorial de María O'Donnell María O'Donnell - conductora RESUMEN: En este editorial, María O'Donnell aborda la situación del financiamiento en el sector público, particularmente en ciencia y salud, bajo el gobierno de Javier Milei. Se destaca la protesta de científicos por el 'cientificidio' que sufren por falta de recursos y el éxodo de profesionales calificados, así como la situación crítica del Hospital Garrahan. El texto también menciona la reciente reunión de Milei con Robert Kennedy sobre la salud y el impulso a una nueva agenda sanitaria, que genera confusión respecto a las vacunas y los estándares de salud en Argentina, sumado a un alarmante descenso en las tasas de vacunación. TRANSCRIPCIÓN COMPLETA: Hoy a la 1 de la tarde, en un ratito, vamos a hablar con una de las científicas que va a estar participando de la protesta frente al Polo Científico para denunciar lo que ellos llaman el 'cientificidio' por la falta de financiamiento de todo el sistema del Conicet, investigación que viene ocurriendo especialmente en este tiempo durante el gobierno de Javier Milei. Sabemos que todo el sector público, más allá de los despidos, también ha sufrido una pérdida de poder adquisitivo y se resienten sobre todo lo que tiene que ver con aquellos empleados del sector público más calificados, con más currículum, investigación y demás, que ante la falta de perspectiva y un salario que se vuelve además muy poco competitivo con relación a lo que pueden pagarles en el sector privado, van dejando y pasa también con el sector universitario. Nosotros en distintos momentos venimos hablando de esto. Yo creo que es un poco el costo más silencioso del ajuste dentro del sector público que se hace con una motosierra que no distingue entre sectores que a la Argentina le pueden dar muchísimo y en lo que en la Argentina históricamente se ha destacado como tiene que ver con la ciencia, la investigación y además son jóvenes o investigadores que han proyectado una carrera, han apostado a eso y de repente se encuentran en una situación de abandono que les provoca...Bueno, incluso hemos hablado con científicos que han sido premiadísimos en el mundo, destacados como figuras relevantes en el mundo y que no tienen por ahí ni siquiera fondos para sostener el día a día de sus investigaciones. Bueno, eso es lo que van a estar marchando a la 1 de la tarde para protestar allí el mundo de la ciencia y la investigación. También va a haber una protesta o hay una protesta desarrollándose en el hospital Garrahan, que es otro de esos sectores del sector público que funcionan bien y que están en una situación de mucho abandono. Hablábamos hoy con el jefe de lo que tiene que ver con clínica intermedia de este hospital, que es un hospital al que refieren todas las obras sociales y las prepagas cuando hay casos graves vinculados a pediatría. Terminan siempre en el Garrahan. De hecho, hay una parte de los fondos del salario que cobran en el Garrahan que proviene de las compensaciones que le hacen del sector privado al Garrahan por los tratamientos que terminan derivando allí. Y es además uno de los poquísimos hospitales que funciona bajo la premisa de lo que idealmente debiera ocurrir en el sector público, que es que los profesionales que trabajan en el Garrahan trabajan exclusivamente en el Garrahan. En el resto del sector público salud, por la precarización, por los salarios bajos, por las prácticas mismas, lo que termina ocurriendo además muchas veces es que está como subutilizado el sistema público porque hacen turno mañana y después van a la consulta privada a los médicos para completar sus salarios también en el sector privado. Bueno, no es el caso del Garrahan; los profesionales que trabajan dentro del Garrahan trabajan exclusivamente dentro del Garrahan. Funciona además también como un lugar de docencia, nos contaba hace un ratito uno de sus médicos. También, por ahí para tener referencia a los valores, los residentes que ya tienen más de 6 años de estudios están protestando porque ganan menos de 700 mil pesos, y una médica con doctorado en Harvard, con antigüedad y dedicación exclusiva a la salud, que es la que está en el Garrahan, que es la que está en la medicina exclusiva, gana 1.700.000 pesos. Hoy en el Garrahan es muy difícil en esta situación para las universidades o para estas entidades poder retener al personal. Nosotros hablábamos hace unos días también con un chico joven del Inta, que contaba que era ingeniero forestal, que le había pasado lo mismo, que abandonaba su lugar en el INTA, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, después de haber hecho todo un desarrollo en el sector público, y habiendo invertido el sector público en Sebastián Bonín, se llama este ingeniero forestal que refiero, y que había hecho una carta pública contando dolorosamente lo que le pasaba. Bueno, sin embargo, el Garrahan depende del Ministerio de Salud de la Nación, es de los poquitos hospitales que tiene dependencia porque todo el sistema de salud y educativo quedó descentralizado y depende de las provincias. Desde la Ciudad de Buenos Aires, dependen de los pocos hospitales que todavía dependen una partecita de la Ciudad de Buenos Aires, pero mayormente depende del Ministerio de Salud de la Nación. Una de las primeras medidas que habían tomado este gobierno con relación al Garrahan fue descabezar a toda la comisión, digamos, los que tenían como un comité y comisión directiva, no me acuerdo el término, pero al consejo de administración. Lo descabezaron porque le había dado un bono a los trabajadores del Garrahan, entonces descabezaron la medida en consulta, y los echaron a todos. Bueno, desde ahí están como en tensión. El ministro Lugones no ha dicho nada respecto a la situación del Garrahan. Lo que sí ocurrió ayer es que Javier Milei se reunió con Robert Kennedy, que es el zar de la salud de Donald Trump. Es la segunda visita de muy alto nivel que recibe la Argentina bajo el gobierno de Milei de parte de funcionarios del gobierno de Donald Trump. Primero vino el secretario del y pasó algo raro porque, mientras están ocurriendo estas cosas dentro de áreas que dependen de la cartera de salud, ayer hubo un anuncio, más allá de una foto de Kennedy con una motosierra junto a Milei, que se había reunido antes con Lugones. Hubo un anuncio de como que Argentina y Estados Unidos van a tener una agenda común en materia de salud. Son dos sistemas de salud completamente distintos; el sistema norteamericano, que es un sistema que básicamente no tiene una red pública de salud como la que sí hay en la Argentina, y además la agenda de Kennedy, que es muy antivacunas, en lo cual la Argentina está bastante alineada. Ahora, si bien dicen que promueven la vacuna contra el sarampión, hay un brote y la vuelta dentro de los escépticos de la ciencia, dicen que en nombre de la ciencia y para repudiar el accionar que tuvo la Organización Mundial de la Salud durante la pandemia, dicen que se va a Argentina, que se va a la salida de la Argentina, a la manera de Estados Unidos también de la Organización Mundial de la Salud. Paralelamente anunciaron supuestamente un nuevo protocolo para la autorización del ingreso de vacunas del extranjero. Irene Hartman, que es una gran especialista en temas de salud, que escribe en el diario Clarín, quien nosotros muchas veces consultamos, hoy escribe que preguntó precisiones en el Ministerio de Salud, y que no le contestaron exactamente qué es este nuevo estándar que dicen que van a tener para el ingreso a las vacunas, que tienen que ver con que sean probadas no solamente la eficacia en aquellos que perciben la vacuna, sino que hagan grupos de control con grupos placebo. Muchos de estos procedimientos durante la aprobación de la vacuna del coronavirus se saltaron, se saltaron, se pasaron por alto, dada la urgencia, se entendió, y por eso muchas vacunas del mundo se han hecho un procedimiento de una aprobación de emergencia que no cumplía con todos los plazos y los procedimientos que se utilizan habitualmente antes de ingresar una vacuna al mercado. Pero, en Estados Unidos, es plantear dudas acerca de la eficacia de la vacuna; plantear falsamente, aunque habla en nombre de la ciencia, que, por ejemplo, están ligadas a los temas de autismo. Esto lo que está provocando, además, es que vuelva el sarampión, porque la gente no tiene una opinión acerca de las vacunas que despierta desconfianza, entonces bajan los niveles de cobertura y vuelven enfermedades como el sarampión, que es lo que está pasando ahora en la Argentina. Bajó muchísimo la cobertura, entonces, es muy confuso el discurso. Y adicionalmente, porque es un personaje rarísimo, Kennedy no es médico. Kennedy es hijo del senador asesinado y sobrino del presidente Kennedy asesinado en los Estados Unidos, de una familia de larguísima tradición, era un independiente, tiene una historia personal muy complicada, tuvo problemas con las drogas y a partir de ahí, después se convirtió en un abogado ambientalista con ideas bastante extremas y bastante raras. No es un médico, insisto, pero le dio Donald Trump la responsabilidad sobre la cuestión de la salud en los Estados Unidos, y una de las banderas que él tiene, que es muy distinto a la que dice Milei acá. Sin embargo, dijeron que Argentina y Estados Unidos están de acuerdo en todo esto. Lo primero que había en la ley era bajar los estándares para los octógonos del etiquetado. Estados Unidos no tiene etiquetado y tiene un problema enorme por la obesidad vinculada al consumo de las comidas ultraprocesadas. Kennedy dice que usan unos productos que deberían estar prohibidos y demás. Entonces, está medio en contra de esa industria, que en Estados Unidos es muy potente. Entonces, lo que plantea la Argentina, que tiene un problema también de obesidad, que se supone que es el principal problema de salud pública, que es más que obesidad en la Argentina, es el sobrepeso ligado a la mala alimentación de los sectores populares. Lo que dice la Argentina es que va a entrar en alianza con Estados Unidos también para esta nueva agenda que promueve Kennedy, pero mientras que Milei dice que hay que tener menos control, menos etiquetado y que están contra el etiquetado, parece sumarse, por un lado, a la lucha de Kennedy en Estados Unidos contra las empresas que venden comida ultraprocesada. Y meten también esta discusión sobre las vacunas, que tampoco se entiende claramente cuál es el mensaje respecto de las vacunas. Pero lo que sí está claro es que los movimientos de ultraderecha lo que están provocando es que, en nombre de la ciencia, baja la adhesión a la ciencia. Y lo que hacen es desalentar las vacunaciones de tal manera que lo que está pasando es eso: bajó, y de esto habló Fernán Quirós y demás, bajó muchísimo la vacunación, sobre todo en la segunda dosis, en sarampión. Entonces, en lugar de focalizar sobre el hecho de que la URSS no está llevando a los chicos a dar la segunda vacuna contra el sarampión y evitar un nuevo brote, bueno, aparece el gobierno sacándose fotos y diciendo que la Argentina, de la mano de Estados Unidos, se va de la Organización Mundial de la Salud, con un discurso muy poco claro respecto de qué es lo que quieren con las vacunas. Pero el efecto concreto, insisto, es que si bien dicen que por razones científicas, que es rarísimo, y que van a buscar un nuevo paradigma de salud.
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