|
 |
|
27/05/2025 09:32 Rivadavia - Vamos Rivadavia
Editorial de Nelson Castro
Nelson Castro - Conductor
RESUMEN: En una mañana lluviosa, se reflexiona sobre la atmósfera de tensión social y política en Argentina. Se critica el comportamiento del presidente durante un evento formal, señalando el deterioro de las normas de convivencia. Se menciona el relativismo moral que permite juzgar actos de manera diferente según quién los realice, lo que se compara con actitudes del pasado. Además, se critica el uso de recursos en planes de control de la opinión pública en lugar de abordar problemas sociales urgentes, como la pobreza y la falta de infraestructura. Se llama a la administración a enfocarse en soluciones concretas para mejorar la calidad de vida de la población, en lugar de generar más dificultades.
TRANSCRIPCION COMPLETA: Quiero sí comenzar con una reflexión. ¿No? En la mañana de hoy, en este tiempo tan intenso que estamos viviendo, de tanta de tanta tensión, tensión innecesaria, pero real y existente, producto de lo que genera en general nuestra diligencia política, y en particular ahora quienes tienen la responsabilidad de gobernar. ¿No? Ayer estábamos hablando de toda la situación tremenda. ¿No? Que se vivió en el día del Tedeum. Le digo tremenda en cuanto a lo que representa un presidente de la república actuando como un maleducado. Es una cosa muy muy fuerte. ¿No? Muy dura. En cuanto al deterioro de las normas de convivencia, y además como mensaje modélico, ¿no? Porque yo después lo veo, otra gente, es decir, a mí me resultaba, me sigue impactando todo eso. ¿No? Y además todo esto del relativismo moral que vivimos en la Argentina. ¿Qué es el relativismo moral? La evaluación de las cosas con una vara diferente según le convenga o no. ¿No? Y siempre esta definición, que puede parecer un poco clara, la bajo al a la realidad. ¿No? Ayer cuando estábamos hablando del tema del del presidente de la república, que no le dio la mano a Jorge Macri, bueno, obviamente hubo quienes lo defendieron, al presidente en la defensa increíble del canciller. ¿No? Gerardo Werthein diciendo, bueno, no, el presidente es así. No. Entonces, uno dice, bueno, menos mal que, digamos, que no le pegó, porque mire, si el presidente se le diera, por decir, bueno, hay que, el que hay mal le doy una trompada, y uno que diría, bueno, es así. ¿Se dan cuenta de los disparates que tenemos? Pero, digamos, son los mismos que hace una semana atrás habrían habían criticado a ese joven fiscal de mesa de la Unión por la Patria, que no lo saludó a a Milei. Ustedes se acuerdan lo que pasó, ¿no es cierto? Milei llegó, lo saludó como corresponde y el muchacho no lo saludó. Todos lo criticamos. Junto, empezando por la gente del gobierno, todos lo criticamos diciendo, pero mirá vos qué gesto innecesario, pudo haberlo. El saludo es un gesto de educación. Yo lo saludo y le digo, mire, ¿sabe qué? No estoy de acuerdo con usted. Entonces, todos en el gobierno, en los trolls, etcétera, lo habían criticado duramente, nosotros también. Hicimos la crítica de ese fiscal que no le dio la mano a Milei. Entonces, cuando, quiere decir que cuando eso lo hace alguien que no piensa como yo, es malo, pero cuando lo hago yo, es bueno, disparate, absoluto. Así que esto lo quiero marcar para que veamos toda esta situación tan deteriorante que estamos viviendo de normas elementales de convivencia social. Y ojo con esto. ¿No? Ojo con esto. Porque cuando se imponen estas situaciones, insisto, del relativismo moral, es lo mismo que hacía el kirchnerismo, cuando moral, es lo mismo que hacía el kirchnerismo. Cuando lo malo lo hago yo, es bueno, y cuando lo hace el otro, es malo. ¿No? Entonces, para usar el el juego de palabras que usaba el presidente de la república ayer, ¿no es cierto? Atente con esto, porque después esto tiene un trasfondo en nuestra vida diaria. Junto con esto y en esto de esta condena que tiene la Argentina de ser cíclica, lo hablábamos en el pase, con la genialidad de Ariel Tarico, él leía cosas del año noventa y uno noventa y dos. ¿No es cierto? Del gobierno de Menem, que son las mismas que ahora. Por lo tanto, deberían generar una reflexión por parte del gobierno para decir, mirá, si hace treinta años ocurrió esto y después fracasó, veamos a ver qué hacemos de distinto para que nos fracase. ¿No es cierto? Primer punto. Entonces, una de las cosas cíclicas de la Argentina es la que se está viviendo ahora con este plan de inteligencia. Esto, pomposamente llamado inteligencia, que es realmente una actitud, digamos, en el fondo de espionaje berreta, que es lo que está sufriendo ahora Hugo Alconada Mon, y en algún momento sufrirán otros. Esta idea de controlar la opinión pública, que es la opinión de cada uno de nosotros. Y uno dice, no, esto, usted sabe que el proyecto tiene esta esta propuesta bien difuminada, bien, yo diría, imprecisa y peligrosa, decir, bueno, vamos a actuar con todos aquellos que manipulan la opinión pública afectando al gobierno. Digo, se referirá al gobierno a los troles que utiliza permanentemente el gobierno para no defender sus políticas, sino descalificar a los que lo critican, a los que piensan diferentemente? ¿No? Porque eso es lo que está ocurriendo con todas estas escrituras, que no son nuevas, ya se usaron, se usaron en el gobierno de Cristina y de Alberto Fernández, se usaron durante el macrismo. Durante el macrismo los troles fueron muy intensos y los sufrimos varios. ¿No? Aquellos troles que venían del centro del gobierno, del centro del poder. Troles que finalmente no fueron útiles para que el gobierno aquel prosiguiera, porque obviamente no son los troles los que determinan que la gente te vote o no, sino cuál es la eficacia del gobierno en enfrentar los problemas de todos los días. Pero está esta idea y se gasta tiempo, plata, se genera corrupción y se genera tensión, se busca producir miedo. ¿Cómo si esto fuera una posibilidad que le garantice a quien tiene el poder de tener éxito o de mantenerse en el poder. Ya la historia ha demostrado en la Argentina reiteradas veces que esto no sirve, pero es increíble verlo a un gobierno que despotrica permanentemente contra el estado ir adelante con estos planes, que tienen un tufillo a planes de un gobierno autoritario, de un gobierno que quiere controlar todo, de un gobierno intolerante. Esto es lo que estamos viviendo, y lo estamos viviendo en forma creciente. Pero no solamente lo estamos viviendo los periodistas. ¿No? Que estamos allí en el centro de la preocupación del gobierno. ¿No? Esta esta misma idea que tenía el kirchnerismo, de que los periodistas somos los culpables de todo, de que eliminando a los periodistas los problemas se solucionan, más allá de los aciertos o errores que cometamos nosotros. La realidad también ha demostrado en la Argentina que esto ha fracasado, y uno debe decirle al gobierno, no pierdan tiempo en esto. Esto no es el problema que hoy tiene la sociedad. El problema que tiene la sociedad tiene que ver con sus necesidades básicas, con el combate de la pobreza, que es el eje central de todas las los problemas que se generan en la Argentina, la desigualdad, la falta de educación que deja el país sin futuro. Estos son los temas de los cuales debe ocuparse el gobierno, la infraestructura. ¿No? Para generar un país realmente moderno hay que tener infraestructura, hay que hacer obra pública. La obra pública es muy buena, debe ser decente, el problema que tiene la obra pública es la corrupción, no que no debe existir. Entonces, necesitamos al gobierno abocado a estas cosas, y no a estas otras que son inútiles, onerosas, porque nos cuestan dinero frustrantes y nos conducen a un inexorable fracaso. Cuando uno ve estas cosas, entonces, dice, pero ¿dónde está esta idea de combatir la casta y sus males del gobierno? Si en muchas cosas termina actuando como esa casta a la cual criticó. ¿O con quién arregló ayer el gobierno? Ya lo va a contar después Tulio Saboya, esta con este frente de unidad o de conjunción en la provincia de Buenos Aires, absolutamente necesario claramente para ganar las elecciones. ¿Con quién arregló? Con Santilli y con Cristian Ritondo, representante de la casta pura de la política. ¿No es cierto? Entonces, cuando lo que empieza a verse son los males del poder. Uno dice otra vez la enfermedad del poder abarca aún a los así llamados outsider. Entonces, le digo al gobierno, no vayan por este camino, no van a lograr nada queriendo controlar la opinión pública. No van a lograr nada atacando a periodistas con las redes o por donde fuere, no van a lograr nada, no van a ser más votados por esto, van a ser votados por las soluciones que tenga en el país. Es decir, avóquense a solucionar problemas, le digo al presidente de la república, no los crea, no nos cree nuevos problemas, porque ya tenemos demasiados, y son muy angustiantes. Porque el problema de la gente no es que las empanadas en algún lugar salgan cuarenta y ocho mil pesos, El problema de la gente es que no tiene dificultades para comprar, como ya lo decía Alejandra, la leche, la carne. La ropa para pagar el alquiler para llegar a fin de mes. Y de eso se lo escucha hablar al gobierno y al ministro de economía poco, y cuando se lo escucha hablar, hablan de un éxito. Que buena parte de la población hoy en la Argentina no ve ni siente ni percibe. Esa es la verdad, esa es la realidad, que, como decía Aristóteles, es la única verdad.
#23986002 Modificada: 27/05/2025 10:53 |
Duraci�n del audio: 13' 34"
Cotización de la nota: $29.729.722
Audiencia: 87.385
|
|
|
|
|
www.ejes.com | Leandro N. Alem 1110 7º piso - Buenos Aires | TE. 5352-0550 |
|
|
|