24/05/2025 Pagina12.com.ar - Cable

El prócer Al Capone
Luis Bruschtein

El blanqueo que abre la puerta a narcos, evasores y corruptos, el protocolo que reprime la protesta, un decreto que anuló el derecho de huelga, y otro que facilitó la compra de armas de fuego delinearon el país en una semana de festejo para el gobierno por el resultado electoral en la ciudad de Buenos Aires. El “heroísmo” de Al Capone y el desconocimiento del nombre de San Martín expresados por el presidente Javier Milei delinearon el espíritu del país que obtuvo el primer lugar en esas elecciones.
No es especulación (desgraciadamente), son hechos que ocurrieron. Y cada uno tiene coherencia con el otro. Forman un conjunto armónico como el modelo de país al que  aspira el universo libertario. Ese universo surgió como expresión extrema de los postulados neoliberales. Un sistema lleva a ese extremo sus postulados cuando entra en decadencia y se defiende con la radicalización de los principios que lo arrastraron a esa caída. Desemboca así en una caricatura de lo que fue.
No sólo se verifica en Argentina. El neoliberalismo condujo al conjunto de Occidente a una decadencia en el plano de la economía que a su vez se expandió hacia la cultura, el humor social y las expectativas de futuro. El modo de acumulación dejó de centrarse en la producción de riqueza y se corrió a la renta financiera y, en el caso de Argentina, también al extractivismo y la primarización, lo que generó una burguesía perezosa que deriva sus ganancias a la especulación o a la renta de sus campos.
El paradigma de esa burguesía es Javier Milei . Es su identidad cultural, un hombre que describe la voracidad, la avaricia y la bribonada como méritos que deben convertirse en los valores fundamentales de un país . Es una burguesía formada por los hijos o descendientes de los fundadores de sus fortunas pero que no les gusta verse como herederos. Prefieren pavonearse como si merecieran sus privilegios por los supuestos méritos y esfuerzos que le usurpan a padres y abuelos.
Nada más parecido a una bribonada que la estafa con la criptomoneda donde miles de inversores perdieron fortunas por confiar en el pedido de Milei para que inviertan en una moneda trucha que no valía nada y cuyo valor se multiplicó tras el aviso de Milei, lo que aprovecharon los estafadores para vender y abandonar la moneda, cuyo valor volvió a derrumbarse.
La primera medida de Milei tras conocer el resultado de las elecciones en CABA fue disolver la comisión que había creado para que investigara esa estafa . Era una comisión trucha integrada por empleados de quien debían investigar. Fue una medida electoralista por la preocupación del efecto electoral que podría tener su participación en la criptoestafa.
No convocó a ninguna personalidad confiable o de prestigio ni a nadie de la oposición para integrarla. La conformación fue una truchada. Y su desmantelamiento sin que investigara demostró la poca preocupación presidencial por el delito y la corrupción. Como si pensara que si a la gente que lo votó no le importó la posibilidad de tener un presidente estafador, a él le importa menos demostrar su inocencia.
En la entrevista con Antonio Laje, el presidente subrayó que la economía no tiene por qué meterse con el origen de las fortunas. Y que en todo caso, eso le corresponde a la policía. “Al narcotráfico vos lo combatís con la policía, qué se yo, pero la economía no tiene nada que ver”, afirmó. Al revés de lo que afirmó Milei, la forma más eficiente de combatir al narcotráfico ha sido seguir la ruta del dinero y bloquearla. Se han creado organismos internacionales como el GAFI con ese propósito.
En una entrevista a Milei —que por lo general están muy pautadas, como se demostró con la que hiciera Jonatan Viale-- esa aclaración sobre la libertad para el dinero que proviene del narcotráfico o de cualquier otro delito no pudo ser casual. Constituyó una convocatoria pública. Y, cuando se produce una convocatoria de ese tipo, por lo general, es porque ya está hablada con anticipación con los beneficiarios. No hay mucho margen para casualidades o errores. Si fuera así, hubiera intervenido Caputo, como hizo con Viale, o hubieran editado y borrado esa parte.
Las primeras medidas han sido para desmantelar los controles fiscales que podrían detectar o castigar penalmente el origen oscuro de los capitales que entren al blanqueo . Pero no le resultará fácil al gobierno que el Congreso apruebe una ley de amnistía para los capitales que provienen de la corrupción y el narcotráfico.
La vocera del Fondo Monetario, Julie Kozack, dejó trascender que sigue “con mucha cautela” el desmantelamiento de los controles fiscales. El GAFI, siempre tan riguroso, no ha emitido opinión por ahora. Pero el Gobierno nunca se atrevería a avanzar en este terreno si no tuviera media palabra de sus prestamistas y tutores.
La ciudad de Rosario se ha beneficiado por la instalación en sus alrededores de varios puertos cerealeros privados con muy poco control estatal. Pero al mismo tiempo, la ciudad se convirtió en terreno de disputa de bandas de narcos y en la ciudad más insegura del país. Mientras Milei da a entender que le abrirá las puertas al botin de cualquier tipo de delincuencia y desmantela los controles financieros, el gobierno de Santa Fe decidió apuntalar sus propios controles para no obstaculizar la lucha local contra los narcos. La combinación de este blanqueo tan permisivo, con las facilidades para adquirir armas de fuego que se difundieron en la semana, resulta un cóctel explosivo.
Sobre el pucho, extendió por decreto las limitaciones al derecho de huelga a numerosas actividades. Si se suma el protocolo que restringe la protesta pública que impuso Patricia Bullrich, este país que se muestra amigable con los delincuentes de guante blanco, personifica el mal en los trabajadores y en los jubilados y periodistas que todos los miércoles son víctimas del protocolo bullrichista.
Para el gobierno, la libertad es un concepto relacionado exclusivamente con sacar los resguardos legales e institucionales que evitan abusos y delitos en el plano de la economía. Los reclamos de los trabajadores también limitan esa “libertad” al igual que los impuestos, que personifican lo comunitario o el bien común. Con los impuestos, el Estado solventa la educación y la salud pública.
Entonces, menos impuestos significa para ellos menos educación, menos salud y menos jubilaciones, y el que evade impuestos, como hizo el mafioso Al Capone, deviene en luchador “heroico” por la libertad y contra el comunismo. Así lo manifestó Javier Milei, quien no por casualidad también se equivocó con el nombre del Libertador al que rebautizó como Juan José de San Martin.
Esos errores no son casuales cuando son tan coherentes con la acción del que los comete. San Martín promovió la educación y la salud pública cuando fue gobierno. Para luchar por la libertad, en Mendoza aplicó un impuesto a los ricos, proporcional a sus fortunas. San Martín no está entre los favoritos de Milei. El que está es Al Capone, el mafioso que evadió impuestos.


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