|
 |
|
19/05/2025 10:02 Net TV - Modo Fontevecchia
Editorial de Jorge Fontececchia
Jorge Fontececchia - Conductor
Muy buenos días, lunes 19 de mayo, titulamos la columna de hoy, día 552, ausentismo porteño y voto protesta, porque las elecciones legislativas porteñas, al igual que todas las elecciones que se celebraron este año, tuvieron un fenómeno sobresaliente, el ausentismo. Si la tónica de las elecciones de 2023 fue el crecimiento de la libertad avanza, la novedad en estos comicios son las cifras récord de personas que no fueron a votar. En las elecciones porteñas en particular la novedad estuvo acompañado por una total fragmentación en el escenario electoral de 17 listas, producto de la subdivisión de la mayoría de los espacios. Entre esas 17 alternativas, o sea, la mayor cantidad de oferta que haya tenido la Ciudad de Buenos Aires para votar, casi el 50%, 47%, 46,65% de los porteños prefirieron no ir a votar. La baja de participación en las elecciones provinciales ya venía dando cuenta de esta situación. Por ejemplo, en Chaco, en 2021, votó el 66% de la población, ahora lo hizo el 52%, o sea, 14% menos, que en realidad representa sobre el total de los que habían votado, un 20% menos de los que habían votado, porque 14% menos sobre 100, y en este caso sería sobre el 66. En Jujuy, del 70,5% que votó en 2021, votó el 65%, allí la baja fue menor, igual que en Salta, también 5% de baja, había sido 64% y terminó siendo 59, y también sobre 2021, San Luis tuvo un 77% de participación en 2021 y bajó a 65, 65, o sea, 12,5% menos en la de este año. Pero la Ciudad de Buenos Aires, por su cercanía y mayor nivel socioeconómico, la participación siempre fue mayor que en el promedio del resto del país, como veremos enseguida. Pero primero vamos a resaltar que el resultado de ayer, más allá de destacar el derrumbe del PRO a tercer lugar y el triunfo de la Libertad Avanza en términos concretos, demuestra que la elección de ayer se nacionalizó, y al nacionalizarse volvieron a lograr cada uno los votos que habían obtenido en 2023. La Libertad Avanza volvió a obtener 30% de los votos, entre Lospennato y Larreta , si uno suma los dos, los 16 de uno y los 8 de otro, es el 24%, exactamente los votos que obtuvo juntos por el cambio en 2023, y lo mismo sucede con el peronismo, que en líneas generales mantuvo cerca del 30%. En este caso uno podría hacer una lectura también respecto a los votos del PRO, que entonces quedó demostrado que eran del PRO, o si uno quiere, del PRO y de Larreta , y no de Patricia Bullrich, porque Patricia Bullrich ya pasó al gobierno, se afilió a la Libertad Avanza, por lo tanto quedaba claro que quienes estaban votando por el PRO no estaban votando por Patricia Bullrich, es decir, Patricia Bullrich no parece haberle sumado, por lo tanto, a la Libertad Avanza votos del PRO. Quedaron 30% de un lado, 24% del otro con la división. Uno podría sumarle los votos de Marra, sin ninguna duda, con esta misma lógica, a la Libertad Avanza, pero los votos de Marra fueron bastante pequeños. O sea que si la Libertad Avanza, perdón, y el peronismo también, el peronismo estuvo alrededor en 2023 de 30%, aquí estuvo casi 28%, estamos hablando de la misma cantidad de votos de la primera vuelta nacional, la única vuelta en la que están todos, porque en la segunda vuelta quedan solo dos. Se repitió exactamente el resultado electoral de 2023. Entonces si la Libertad Avanza, el PRO, el peronismo, reproducen los mismos porcentajes de votos que en 2023, este ausentismo del 2025, que es significativamente mayor, no es un mensaje para una sola fuerza, no es un mensaje para una sola ideología política, sino para todas en su conjunto. Es decir, muchos ciudadanos no se sienten representados por ninguno de los candidatos. Y esa falta de representación atraviesa a todos en igual proporción. Además ayer hubo 1,9 de los votos en blanco, lo que eleva a 48,5 el total de los porteños habilitados a hotel que decidieron no hacerlo por nadie. Una cifra récord desde el regreso de la democracia. Vamos a escuchar un fragmento del analista político Alejandro Catterbag en el que se refiere al problema del ausentismo. Es de Urbana Play y fue hace unos minutos.
]Audio Catterberg: El ausentismo viene creciendo elección tras elección en la Argentina y alcanzó el máximo histórico en la elección presidencial del 2023. La crisis de representación que terminó explotando con el sistema hace dos años y que llevó a Milei y al gobierno, no solo todo ese voto bronca se canalizó en Milei y, sino mucha gente no yendo a votar. Y este año en vez de empezar a ver una reversión de eso, lo que estamos viendo es una continuidad. Entonces habrá que esperar la elección general de octubre para tener parámetros de comparación más acertados, pero posiblemente podamos seguir viendo un aumento del ausentismo y cada vez más gente alejada del sistema.
Por aquí la reflexión general es si ese ausentismo, ese voto bronca, es de alguna manera también la manifestación del voto bronca por Milei y en 2023. Estamos frente a un rechazo de la sociedad respecto a las alternativas que se le plantean y en realidad frente al sistema en su conjunto. Vamos a ver un gráfico de los últimos años de las elecciones en la provincia de Buenos Aires en elecciones legislativas. Y aquellos que nos están escuchando por radio, yo se los voy a comentar. El promedio, este gráfico arranca en el año 2007. El promedio en el año 2007 fue 75,5% de participación. En el año 2011 fue 77%. Lo mismo 77% fue en 2013 y el récord se obtuvo en el año 2015 con 78%. Luego baja 72% en el año 2017, 76% en el año 2019. Nuevamente estamos hablando de elecciones a diputados o sea legislativos en la ciudad de Buenos Aires. Baja a prácticamente 70, 69,6% en el año 2021. Vuelve a subir al 75,4% en 2023. O sea, si vemos claramente está en 70% o arriba del 70% con picos de 78%. Pero esa es la franja, 70% de piso, picos de 78% y las últimas elecciones en 2023 fue 75,4%. En 2025 fue 53,26%. O sea, la caída es impresionante. Para compararlo con otro momento de anterior participación, en 2021 el ausentismo era 30,4% sumado a los votos en blancos y nulos y la cifra de porteños que no fue a votar ascendió a 33%. Ese momento estuvo atravesado por la pandemia y el retroceso del gobierno del Frente de Todos. Sin embargo, la elección con mayor nivel de crisis de legitimidad fue las elecciones legislativas del 18 de octubre de 2001, o sea, previo al derrumbe de la convertibilidad y al derrumbe de la presidencia de Fernando de la Rúa. En estos comicios, que los recordamos aquellos que tenemos más edad, como el de mayor crisis de legitimidad, porque la mayor cantidad de gente no fue a votar, el ausentismo fue 24,53%, o sea, no fue muy alto. Pero sí fueron muy altos los votos impugnados, otro 24,5% y el voto en blanco fue 4,7%. ¿Qué significa que haya más votos en blanco, más impugnados o mayor ausentismo? Carlos Gervasoni, un politicólogo y profesor de la Universidad Di Tella , desarrolló una línea de investigación centrada en el comportamiento electoral en la Argentina, donde se aborda el fenómeno como el ausentismo, el voto en blanco y el voto nulo o impugnado como expresiones diferenciadas de disconformidad política. En diversos artículos, como publicados en la revista Desarrollo Económico, en la revista Zap, Gervasoni sostiene que estas formas de no voto no deben tomarse superficialmente y agruparse todas como si fueran lo mismo de manera simplista, ya que responden a motivaciones políticas y sociales distintas. El ausentismo, por ejemplo, puede estar vinculado al desinterés, a la falta de recursos simbólicos o materiales para participar o a un distanciamiento más profundo con el sistema democrático. En contraste con el voto en blanco, que se asocia a menudo a un rechazo consciente de las alternativas partidarias, pero sin cuestionar el mecanismo electoral en sí. Es decir, la persona va a votar, considera que el sistema democrático es el eficaz, hace su participación, pero manda un mensaje a todos los candidatos votando en blanco. El voto nulo o impugnado, en cambio, suele tener un carácter más disruptivo. Es un acto que puede leerse como una performance crítica del electorado, especialmente cuando alcanza niveles estadísticamente significativos, como fue por ejemplo el caso del 2001, donde la gente colocaba en el sobre, en esa época era un sobre además, de todo tipo, hasta fetas de fiambre, por ejemplo. En sus estudios, Gervasoni también explora cómo variables como el nivel educativo, la edad o la territorialidad inciden en la forma en que se toma esta disconformidad electoral. A través de métodos cuantitativos, ha demostrado que las zonas urbanas con mayor escolarización tienden a tener una mayor proporción de votos en blanco, mientras que el ausentismo es más frecuente en los sectores de más bajo nivel de integración cívica. Lo que decíamos de que en la Ciudad de Buenos Aires, por su cuestión con formación socioeconómica y geográfica, tiene siempre una mayor participación, como veíamos recién, más del 70%. Aunque no formula una teoría general sobre el voto protesta, Gervasoni introduce la noción de intencionalidad política del no voto, que le permite cuestionar la interpretación habitual que reduce la abstención o el voto nulo a meros errores o apatía. Su enfoque invita a una lectura más matizada de las elecciones en contextos de crisis de representación, donde las estadísticas electorales esconden, bajo cifras de votos invalidos o mesas vacías, mensajes políticos que merecen ser interpretados. El psicoanalista Sergio Zavalza nos decía que hay que descifrar el mensaje que hay detrás de la baja de participación. En su interpretación psicoanalítica dice que hay expresiones como fingir demencia, que se empezaron a usar en la pandemia, cuando había que desterrarse un poco para sobrellevar el momento espantoso. O sea, fingir demencia sería hacer de cuenta que no pasa nada, que no hay que ir a votar, que nada cambia. Olvido que esto tenga alguna importancia. En los países en los que hubo participación récord electoral en los comicios del año pasado, y este año, se logró movilizar a la población con mensajes de defensa a las instituciones y a los valores democráticos, que es lo que creo que tendría que suceder en la Argentina bastante pronto. Por ejemplo, en Francia y en Alemania, la participación récord en las elecciones 2024 y 2025 puede explicarse en gran medida por la percepción de amenaza democrática y polarización política. En el caso francés, las legislativas de 2024 se dieron en un contexto de avance a la extrema derecha liderada por Marine Le Pen y su partido de agrupación nacional. Este escenario generó un efecto de movilización defensiva por parte de sectores pro-racistas y moderados que tradicionalmente no votaban o lo hacían de manera intermitente. La idea de que el voto podía frenar un giro autoritario funcionó como un llamado urgente a las urnas reactivando la participación ciudadana. Así, la primera vuelta alcanzó 65% de participación, la más alta en este país desde 1986, y la segunda se mantuvo en niveles similares. La competencia clara entre dos proyectos ideológicos antagónicos, sumado al temor por el debilitamiento institucional, produjo una inédita reactivación del compromiso electoral. Vamos ahora al caso de Alemania. Las elecciones federales de febrero de 2025 también estuvieron marcadas por una participación histórica. Escuchen la cifra. 83%, 82,5%, la más alta desde la reunificación de las dos Alemanias. A diferencia de Francia, donde el temor movilizó en Alemania, el impulso fue más bien el defender una democracia en tensión, pero aún sólida, frente a un crecimiento sostenido de la ultraderecha de Alternativa para Alemania. La campaña de concientización ciudadana, la activa participación de sindicatos, medios y organizaciones sociales, así como la credibilidad todavía fuerte del sistema político alemán, contribuyeron a una participación cívica transversal. Además, el uso eficiente del voto anticipado por correo y herramientas digitales de información facilitaron el acceso al sufragio. El voto por correo es otro elemento que, dada la cantidad de personas de mayor edad, que cada año se suman en envejecimiento de la población, tendría que ser algo para poder poner en funcionamiento. En suma, ambas sociedades respondieron al contexto de crisis democrática, no con apatía, sino con una reafirmación del voto como herramienta central de la resistencia o garantía institucional. Por ahora, la mayor virtud electoral del gobierno es consolidar su núcleo duro. Sin embargo, si la oposición logra superar la apatía ausentista con propuestas claras y una alternativa unificada, puede dar vuelta el año electoral. Para eso debe dejar atrás a Mauricio Macri y Cristina Kirchner, los dirigentes que despiertan mayor nivel de rechazo en la sociedad y que tienen una forma de ejercer el liderazgo, podríamos decir de manera caudillista, que se ha manifestado inconducente en el actual escenario. Bueno, seguiremos tratando de tratar de entender qué significa el ausentismo en las diferentes elecciones de 2025. Entonces nos vamos con un poquito de humor, con una canción de López Nocheros que lleva como título Tu ausencia...
Menciones:
_GLOBAL_EDITORIALES
#23395256 Modificada: 19/05/2025 11:46 |
Duraci�n del video: 15' 05"
Cotización de la nota: $14.769.600
Audiencia: 50.000
|
|
|
|
|
www.ejes.com | Leandro N. Alem 1110 7º piso - Buenos Aires | TE. 5352-0550 |
|
|
|