![]() Editorial de Vilouta Paulo Vilouta - Conductor RESUMEN: El editorial destaca la situación en Argentina y la comparación con Uruguay, donde se despide a un presidente con respeto. Se critica la polarización en el país y la falta de diálogo, especialmente en el contexto electoral. Se menciona la importancia de la comunicación gubernamental y la necesidad de manejarla de manera eficiente en tiempos de elecciones. También se aborda el tema del blanqueo de activos, enfatizando los riesgos y beneficios de este tipo de medidas para reactivar la economía argentina, que enfrenta una profunda crisis de confianza y una gran cantidad de dinero inactivo. TRANSCRIPCIÓN COMPLETA: Me tomo un minuto como todos los días y miro con mucha envidia, como siempre, y lo recuerdo, porque Uruguay en las buenas y en las malas está unido, son respetuosos, y la gente no solamente ata al pueblo, sino también al arco político para despedir a un presidente de la nación que la gente eligió democráticamente, que podemos estar de acuerdo o no con las ideas, pero que formó parte del elenco de prestigiosos presidentes de la República Oriental del Uruguay, y que hoy todo el país se une para despedir como corresponde, con respeto, con diálogo y con institucionalidad al expresidente uruguayo. Y viviendo lo nuestro, y en una situación absolutamente antagónica, de mucho enfrentamiento, y más teniendo una contienda electoral, de baja monta, pero nacionalizada, que es la de los legisladores. No porque no sean importantes ellos, pero si nos remitimos a la vieja boleta, siempre tenemos presidente, vicepresidente, jefe de gobierno, diputados, senadores, y allá lejos los legisladores de la ciudad, o los concejales en cualquier distrito que vos vayas a la provincia de Buenos Aires, o en cualquier otro distrito. Hoy se ha nacionalizado. Y me parece que, más allá de algunas viejas prácticas que tenemos nosotros en cuestionar algunas cosas, el gobierno lo que tendría que hacer para evitar este tipo de intervenciones y fastidios generalizados es tratar de ser un poquito más prolijo en la semana final. Y me refiero a los anuncios. Yo estoy de acuerdo con que los anuncios se hacen siempre. Gobierno a uno, gobierno al otro, un día tiene una ventaja a uno, un día tiene una desventaja al otro. Y esto pasa con todos. Obviamente que no podemos inaugurar una obra, y obviamente no podemos tampoco creer que la gente por una obra va corriendo a votar. Siempre hay una especulación. Hoy el PRO cree que por ficha limpia puede sacar más votos. Hoy el gobierno cree que por los anuncios de los aranceles puede sacar más votos. La verdad que no lo sé. En la práctica, ¿cómo es tu composición mental para poner un voto el día domingo? Pero me parece que el gobierno aprovechando que plantea ser políticamente diferente tendría que tener una explosión antipolítica la semana previa a una elección aquí en la ciudad. Porque nada es al azar en el mundo de los libertarios. Y esta semana hubo mucha presencia de Manuel Adorni haciendo anuncios importantes en materia económica. Mañana formará parte de este mega anuncio que tiene que ver con este blanqueo del cual vamos a hablar en un ratito nada más, pero en muchas veces para encender la gestión, este tipo de anuncios sin duda levantan la expectativa de la gente. Lo que sí tal vez, y en esto estoy de acuerdo con el arco político opositor, es que Manuel Adorni podría haber pedido una licencia y decir: 'che, yo la semana previa no soy el vocero del gobierno, me dedico nada más que a mi campaña y no mezclo los tantos'. Pero pretender que un gobierno, cualquiera sea, para anuncios o para actividad porque tenemos elecciones y la verdad que es imposible, más en un país que vota cada rato, porque no solamente votamos cada 2 años, sino que en el año votamos más de una vez, porque este año no tenemos paso, pero vamos a votar el domingo los que vivimos en la ciudad de Buenos Aires y en octubre sería un año absolutamente paralizado. Y me parece que no estamos para parálisis. Y hablando de esto, celebro que el gobierno argentino mañana haga un anuncio con relación a algo que nosotros los argentinos hemos naturalizado, pero que no pasa en todas partes del mundo, y es tener ahorros o dinero de resguardo o dinero de seguridad ante un peso tan endeble, ante tanta inseguridad por parte de lo que han sido los planes económicos que hemos tenido en los últimos 30, 40 años en la Argentina, que nos ha hecho tener una doble moneda en la Argentina: una que usamos para las cosas potentes y serias, como es comprar una vivienda, como es plantear algún inconveniente que tenga que ver con nuestra situación patrimonial o nos exigen para comprar determinadas cosas, y la otra para, bueno, vamos al supermercado, pagamos la cobertura médica, pagamos los impuestos, vivimos, viajamos, cargamos nafta, que es el peso hoy más fuerte, más sólido. Pero en algún momento, con pesos que prendían fuego los bolsillos y que hacían que, bueno, al que le sobraba algo y compró esto, renuevo lo otro, reparo lo otro, pero no me guardo un peso como en la vieja alcancía que tenían nuestros abuelos o nuestros papás, se terminó esa historia en la Argentina. Y me parece que el gobierno, que tiene un presidente con ideas económicas porque es economista, tiene que encontrar el camino para instrumentar un sistema que sin duda tiene un riesgo, pero que también tiene un beneficio. Porque la mayoría que podemos tener un dólar encanutado en la casa, en la caja, en la habitación, en la casa, en el colchón o donde sea, lo tenemos de buena fe, porque o lo heredamos o porque lo compramos, o porque sabemos que es negro, o porque también sabemos que hay 9 millones de argentinos que están en negro y para ahorrar o para resguardarse tienen hoy algún dólar en su poder. Y ese dólar hoy está inactivo y ese dólar hoy representa, si todos pusiéramos esa plata sobre la mesa, la deuda externa argentina, porque la inflación de los Estados Unidos es 2.3, 2.5 anual, sin ningún destino y pensando solamente en un futuro que ninguno de nosotros sabe cuál es. Yo puedo decir y me guardo un ahorro, una porción, si puedo y lo cambio en dólares, porque el día de mañana, cuando me jubile y cobre estas jubilaciones desastrosas de la Argentina, o no sé qué historia, y no sé qué va a pasar dentro de 3, 4 años, porque no decidimos nosotros, dispone Dios. Mientras tanto, todo ese dinero está inactivo, todo ese dinero está en riesgo. Vemos como a mucha gente con costumbres de guardar cosas en la casa la pasa mal, la roban, la torturan, le sacan el dinero ese que tienen de resguardo y una economía que no avanza. Creo, por supuesto, que hay que tomar recaudos, instrumentos, declaraciones juradas donde uno va a ser presidente, dice: 'señores, este dinero mire, no soy un narcotraficante, mire, no soy un delincuente, no soy un político que me hice rico en la función de la economía pública, sabe que soy un ciudadano que un día compré dólar negro o dólar blue, o que me pagaron algo y no tengo la factura para demostrar esto, o que murió un familiar mío, mi papá, mi mamá y en la casa cuando fui había, qué sé yo, 5000 dólares', lo que le debe pasar a mucha gente, ustedes que están escuchando, que tal vez tengan 300, 400, 1000, lo que sea, y lo tengo ahí en casa con el temor que quede algún dedo pegado. Así que me parece que es una buena activación de la economía que nunca escuchamos, por supuesto que tomando recaudos. Sabemos que Argentina pasó por muchos blanqueos, el último el año anterior, pero ojalá sirva y ojalá sea un instrumento para reactivar una economía que tiene 400, 000 millones de dólares inactivos en poder de todos nosotros los argentinos, y fundamentalmente en poder de la inseguridad económica que vive nuestro país desde hace muchísimos, muchísimos años. Ojalá sea un principio de estabilización, repito, con todos los controles necesarios donde uno dice a través de una declaración jurada: 'este dinero vino de acá y no vino de acá para intentar de alguna forma'. Menciones: _GLOBAL_EDITORIALES
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