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30/03/2025 Clarín - Nota - Sumario - Pag. 3
[noticia en diferido]
DEL EDITOR
Milei le reza al FMI y torea a Macri; Larreta y Marra juegan; Santoro ve una luz
Ricardo Kirschbaum
Lo que ha sido siempre un fenómeno de la izquierda ahora se ha contagiado a la derecha y centro-derecha: el fenómeno de la división. Irá a las elecciones porteñas estallada. La fragmentación política no es un fenómeno local. La singularidad, en este caso, es que en la Ciudad de Buenos Aires esta fractura expuesta abre una posibilidad de que un dirigente apoyado por el kirchnerismo, entre otras fuerzas, como lo es Leandro Santoro, de origen radical, tenga chances ciertas en la Ciudad. El PRO, que gobierna, se ha dividido: habrá que ver el volumen de la sangría que le provoca Larreta en esta disputa electoral. Pero la elección de la candidata de Jorge Macri para encabezar la lista revela alguna preocupación: Lospennato ha estado cerca del ex jefe de Gobierno y ha sido una de las más activas legisladoras impulsando el derecho al aborto. Es decir, tiene un perfil que busca distinguirse del desafío más conservador de Adorni y a la vez retener algún corrimiento hacia Larreta. La primera candidata está hoy cerca de Mauricio Macri, en la defensa identitaria del PRO. El desafío del Gobierno al macrismo es total. No solo lo muestra la candidatura de Manuel Adorni sino la exposición de Karina Milei, en su debut concreto en la política. Un triunfo o una derrota en CABA no serán una anécdota. La hermanísima no quiere sombras en la Ciudad: la expulsión de Ramiro Marra solo se explica en la disputa del cartel francés. El lanzamiento de Marra, a su vez, es para pescar en el electorado libertario, es decir en donde se apoya Karina. Si Larreta debilita al PRO, Marra hace lo mismo con la LLA. El radicalismo es pura confusión. Y el presidente de la UCR porteña, Martín Ocampo, es el Procurador de la Ciudad, es decir de Jorge Macri, con cuyas listas los radicales quieren competir. Así de compleja y entrecruzada es la realidad política porteña. Hay otras operaciones para debilitar al actual jefe de Gobierno como la súbita deserción de Oscar Zago, un zigzagueante legislador ¿libertario? que alguna vez fue jefe del bloque de Milei en Diputados. Por eso, según las encuestas actuales, Santoro tiene una ventana de oportunidad. Con un agregado, se ofrece como un canal de protesta contra Milei en elecciones que no serán decisivas, pero que tendrán una carga simbólica como el aperitivo de las legislativas de fin de año. Adorni insistirá en lo que representa Milei en el avance hacia la estabilidad económica pero no es seguro que sea solo eso lo que estará en juego en mayo. El PRO quiere defender su gestión bajo fuego crítico y salvar la ropa en su único bastión, preparándose para las nacionales de octubre. Larreta insistirá en su gestión anterior y del olor a pis de la ciudad como estrategia hiperlocal. Estos primeros fuegos se encienden en medio de la cuenta regresiva del acuerdo con el Fondo. La urgencia local no se compadece con los tiempos de la burocracia en Washington y ese paso descompasado se nota en la tensión sobre el dólar. Luis Caputo, un ministro que se niega ir al Congreso porque está escaldado de experiencias anteriores cuando era un macrista convencido, ha tratado de traer tranquilidad a un mercado que perdió la calma tras unas al menos confusas declaraciones del propio ministro de Economía sobre la política cambiaria. Nada grave para el público en general pero sí llamó la atención del mercado. Fue el punto de partida de una tensión que no disminuyó con los reiterados anuncios del acuerdo "inminente" con el FMI, nuevas declaraciones de Caputo e intervenciones del propio Milei, en la misma dirección: no habrá devaluación. Caputo se atrevió a revelar la cifra de 20 mil millones de dólares y el FMI, sin confirmarlo primero, dijo que habría un monto significativo que sería entregado en "tramos". Esos anuncios no tuvieron el efecto esperado. Otra vez tuvo que salir el FMI para decir que Argentina había "pedido" 20 mil millones de dólares. No dio por bueno lo que aquí ya se da por hecho. No hay dudas de que habrá acuerdo con el FMI. No hay dudas de que Donald Trump no dejará a Milei sin ayuda. Son dos hechos contundentes. ¿Por qué entonces esa intranquilidad? El plan oficial es tener algo de aire financiero para jugar alguna carta en la política cambiaria antes o después de las elecciones de octubre, en las que confía que los resultados que hoy muestran las encuestas en algunos distritos, como Córdoba y Mendoza, se generalicen. Desde la restauración democrática de 1983, todos los oficialismos ganaron, excepto De la Rúa en octubre del 2001. El Gobierno ha cometido una serie de errores de manejo político -la pelea con Macri, solo explicable desde la soberbiapero más allá de esa impericia está el telón de fondo de la fragilidad de la situación argentina. Milei ha estado caminando sobre hielo delgado y ha conseguido resultados sorprendentes en la baja de la inflación que han consolidado su liderazgo y se expresa en la intención de voto favorable que se mantiene alta. Ese éxito está teniendo consecuencias que no pueden ser capitalizadas por la oposición peronista, empantanada como está por la situación personal de Cristina, cuya suerte depende de la Corte, las ambiciones de Kicillof para encarnar el futuro del justicialismo, y fundamentalmente en la ausencia de nuevas ideas que ofrezcan un menú de autor renovado y atractivo.
Si Rodríguez Larreta debilita al PRO, Marra hace lo mismo con LLA.
No hay dudas de que habrá acuerdo con el FMI y que Trump ayudará a Milei.
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C2028op
#18871628 Modificada: 30/03/2025 09:27 |
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