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15/02/2025 La Nación - Nota - Opinión - Pag. 37
EMPRESARIOS & CÍA.
Equilibrio fiscal con guillotina, la fórmula del modelo
Francisco Olivera
Mientras las cifras de la economía dan aire al Gobierno, los despidos de funcionarios subrayan la metodología presidencial de intransigencia hacia el disenso interno
Domingo Cavallo está dolido. Le tiene afecto a Milei, con quien comparte muchas ideas y a quien incluso llegó a agradecerle la reivindicación de los 90, pero es difícil que las cosas vuelvan a ser como eran. Basta hablar con el entorno del exministro. El adjetivo que el Presidente le dedicó el lunes ("impresentable") y, mucho más, el despido de Sonia, hija del economista cordobés, como embajadora en la OEA llevaron la relación al peor de los límites. "Decepcionado", dicen cerca de Cavallo, donde objetan más que nada el impacto que la pelea tuvo en el ámbito personal. Tal vez Sonia esté habituada, pero el resto de la familia creía ya haber superado para siempre las esquirlas de la política: en 2001, el día en que se casaba, ella misma recibió escraches de grupos aeronáuticos en la iglesia del Pilar. Pero es difícil que Milei cambie. Ha hecho de ese estilo brutal una marca registrada que le permitió, por ejemplo, aplicar con éxito el ajuste más importante en al menos 65 años y, así, bajar la inflación del 25,5 al 2,2% mensual en un año. Con Cavallo venía además discutiendo desde hacía varios meses. Cuestiones de enfoque macroeconómico. El exministro cree que la Argentina está lo suficientemente fuerte como para pensar ya en una flexibilización del cepo financiero sin sufrir sobresaltos en el tipo de cambio y que demorarla no solo le impide acumular más reservas, sino que agrega un nubarrón innecesario: la sospecha de que en algún momento podría devaluar. Milei, en cambio, está convencido de sus propios tiempos y de que por ahora basta con la potencia del equilibrio fiscal. Ya no hablan. Dejaron de hacerlo hace tres meses después de una conversación tensa y por motivos similares al de esta semana. Entonces había sido Guillermo Francos, amigo de Cavallo, quien se comunicó con el exministro para advertirle que a Milei no le habían gustado planteos de su blog. "Está furioso con vos", le anticipó, y eso desencadenó un diálogo que no terminó bien. Hay que entender la discusión desde la óptica de dos personas que se tenían afecto e incluso admiración. Al Presidente le molestó que los cuestionamientos fueran justo en el tema cambiario y exactamente los mismos que Cavallo recibía en la función pública. Esta vez, además, llegó a desconfiar de él. "Hace política", le dijo a la periodista Cristina Pérez, y le endilgó al cordobés haber estado en la última campaña electoral en favor de un candidato a quien no identificó. La Argentina está en un momento sensible, en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional, y cerca del Presidente descreen de todo. Le atribuyen a Cavallo, por ejemplo, cercanía con Horacio Rodríguez Larreta, uno de los dirigentes más criticados en La Libertad Avanza. ¿Es así? En el mundo Cavallo lo niegan. Dicen que lo más cerca que él ha estado últimamente de Rodríguez Larreta fue acaso haberlo saludado en el Café Tabac, donde ambos se cruzan como clientes, pero que no existe vínculo alguno. La última conversación relevante entre ellos fue hace tres años, antes de la interna de Juntos por el Cambio, cuando el entonces alcalde porteño era según todas las proyecciones serio candidato a la presidencia en 2023 y escuchaba todavía los consejos de Luis Caputo. Fue a Caputo, hoy ministro de Economía de Milei, a quien se le ocurrió hacer el contacto: "Me interesa que hables con Horacio. Gerchunoff lo quiere convencer de un programa que incluye un dólar social", le dijo a Cavallo. El fondo de todo son diferencias técnicas que tampoco resultan inocuas para el mercado, al que el Gobierno ha conseguido hasta ahora, de todos modos, convencer con resultados económicos positivos. Es en cambio en la política el ámbito donde el carácter disruptivo del Presidente resulta últimamente más gravitante. Por lo pronto, en los propios funcionarios. ¿Quién se anima en estos días a disentir en público? Y la reacción más interesante se advierte en la oposición, donde la metodología tiene doble lectura: espanta en público y, al mismo tiempo, se valora en privado como reafirmación de autoridad presidencial. Nadie lo dirá en voz alta, pero algún militante macrista miraba esta semana el despido de Mariano de los Heros de la Anses e incluso el de Sonia Cavallo con algo de nostalgia: ¿qué habría pasado si, durante su gobierno, Macri hubiera aplacado las internas de Juntos por el Cambio echando a un par de funcionarios? ¿Habría podido, por ejemplo, subir como pretendía las tarifas que le objetaron los radicales? Problemas de coalición que La Libertad Avanza no tiene. El modo de proceder de Milei se parece en realidad más al de un peronista. Y, para decirlo de modo más preciso, un peronista en inferioridad numérica. La comparación es bastante obvia: 2003. Enrique Meyer, exsecretario de Turismo de Néstor Kirchner, difícilmente olvide el momento en que, elegido para ese cargo nacional después de haberse desempeñado como subsecretario de Turismo en Santa Cruz, le preguntó al entonces presidente a quién debía proponer para sucederlo en la provincia. "Alguien obediente", le contestó Kirchner. Así es Milei. ¿Es la única manera de gobernar un país atravesado por intereses de todo tipo? Hasta ahora, los resultados lo acompañan. "Privatizaron Impsa y no se escuchó un solo bombo", se sorprendió un empresario de buena relación con el PJ. Y lo mismo podría decirse de la relación con los movimientos sociales, que casi no cortan calles pese a las investigaciones que el Gobierno impulsó contra Emilio Pérsico y Eduardo Belliboni, o con los gremios. Camioneros acaba de obtener un aumento salarial del 1,5% en febrero, pero pedía 5%. Luego de un verano inusualmente tranquilo en Aerolíneas Argentinas, el Gobierno vuelve a ponerse a prueba: acaba de comunicarles a los pilotos que les sacará el beneficio de remises para trasladarse al aeropuerto. Tema de futuras asambleas. Pero son decisiones de cabotaje en el más amplio de los sentidos. Milei gobierna en un contexto global inestable y pendiente de otros pasos gravitantes. La licitación de la Hidrovía, por ejemplo, cuyo proceso acaba de suspender. Tiene al respecto un dilema múltiple. ¿El pliego seguirá excluyendo a empresas cuyos dueños sean Estados? ¿Lo aceptará fácilmente el gobierno de Xi Jinping, con quien el Presidente espera volver a reunirse y en cuya agenda estará seguramente el swap que fortalece las reservas del Banco Central? Pregunta para hacerle al exembajador Sabino Vaca Narvaja, que mantiene todavía una buena relación con la China Harbour Engineering Company, interesada en participar. China integra además el directorio del FMI. ¿Podría aliarse con otros países y entorpecer ese entendimiento o a la Argentina le bastará con la relación con Trump? El mercado mira atento. Un buen desenlace de esas negociaciones tendrá seguramente un impacto positivo en el riesgo país: hay analistas que afirman que debajo de los 400 puntos básicos sería sencillo renovar deuda y eso le restaría relevancia a un eventual aporte del FMI. Un inmenso ajedrez donde la posibilidad de patear el tablero no asusta a nadie. Milei lo sabe: el mundo es más complejo que el PJ
Es difícil que Milei cambie. Ha hecho de ese estilo una marca registrada
Es en la política el ámbito donde el carácter disruptivo del Presidente resulta últimamente más gravitante
#14081819 Modificada: 15/02/2025 04:27 |
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